Desde 2016, Rumanía no transitaba tan arriba en el ranking FIFA como hasta ahora. Su pérdida de prestigio en el fútbol mundial -no ha estado en las últimas cinco Copas del Mundo- parece quedar atrás gracias a dos hombres: Gica Hagi y Cosmin Contra.
El primero es el actual seleccionador rumano. El que ha conseguido, en base a nuevos valores, un cambio en el juego y en los resultados de su país. Con él en el cargo, Rumanía acumula seis victorias, tres empates y una única derrota.
En la Liga de Naciones son dos los resultados positivos que acumula, algo que casa con la buena salud que goza el combinado Sub 21. Hay futuro, mucho más que antes, y de ello tiene buena culpa el histórico Gica Hagi.
Desde hace años, el conocido como 'Maradona de los Cárpatos' es el dueño y entrenador del Viitorul Constanta. Con él al mando, el club se ha encargado de sacar réditos deportivos a través de las oportunidades a los jóvenes. Los mismos que, a día de hoy, sueñan con elevar el nivel de la Selección Rumana.
En dicho equipo actúa su hijo, Ianis, del que incluso avisan que es mejor que su padre cuando tenía su edad, 19 años. Contra aún no le ha dado la oportunidad, pero en el país asumen que el futuro es suyo. Rumanía, ahora sí, tiene motivos para creer.