Se fue Arda Turan, y el '10' pasó a un Óliver Torres que convenció a Simeone tras su buen año cedido en el Oporto. Tuvo su oportunidad, pero perdió la confianza del Cholo, y al verano siguiente se marchó.
Yannick Carrasco lo heredó entonces, con el resultado por todos conocido: una 'espantada' al año y medio de fichar, rumbo a China. El '10' quedó vacante hasta la siguiente temporada, cuando se lo quedó Correa.
Pasó del '11' al '10', y su primer año con tan importante número a la espalda fue normal. Hizo su rol de ser el primer suplente y revulsivo de Simeone. Cumplió, en definitiva.
Comenzó la nueva temporada, esta 2019-20 que se encuentra actualmente en disputa, luciendo de nuevo el '10', pero con los rumores de su marcha como moneda de cambio en el mercado estival como lastre.
Correa se quedó en el Atleti, y lo hizo sin poner una mala cara, sin hacer un mal gesto. Volvió a asumir su rol de actor secundario, pero por fin dio el paso al frente que le reclamaba Simeone desde el primer día.
Ahora estamos viendo al mejor Correa, titular indiscutible desde que comenzase el año y autor de cinco goles en ese tiempo. El fichaje de invierno no era Costa, tampoco fue Carrasco. Ha sido el '10' a quien muchos quisieron echar en verano.