Llegó al fútbol español como una de las grandes promesas del fútbol europeo en 2015. Tenía 19 años y venía de golear en la Liga Serbia con el OFK Belgrado, un equipo importante del país balcánico.
Internacional en categorías inferiores, Dejan Drazic se presentaba como una de las gangas del mercado en 2015. Rápido, vertical y con desborde, llegaba para ser decisivo en el Celta de Berizzo casi desde el primer día, pero sus actuaciones no convencieron a nadie.
Tras un discreto primer año, pasó por el Real Valladolid, ya en Segunda, un año después. En Pucela empezó bien, pero tampoco convenció y acabó viendo la mayoría de partidos desde la grada.
El Celta intentó colocar a Drazic, ya de vuelva, este verano, pero el interés fue tan escaso que tuvo que quedarse con el jugador. Sin apenas opciones de entrar en el once de Unzué, el futbolista juega con el filial celeste en Segunda B.
Un paso atrás para intentar dar dos adelante para un futbolista todavía joven (21 años) y que aún tiene carrera por delante.