El Ministerio de Deportes y la Federación Rusa instauraron en el fútbol ruso el Fan ID, el sistema de identificación de aficionados al fútbol, con el objetivo de convertir el balompié en un pasatiempo familiar. Sin embargo, este modelo no ha triunfado.
Un ejemplo, según apunta el 'Heraldo', el caso del Spartak Moscú, el club con más aficionados de Rusia. La afluencia de seguidores en el estadio ha descendido casi tres veces en comparación con otoño.
"¿Cinco mil personas en el Spartak? No recuerdo cuando en el Spartak había ese número de aficionados. ¡Es el Spartak! Jugamos para los aficionados, pero no están", comentó Alexandr Sóbolev después de disputar un partido.
Otro ejemplo fue el choque entre el Torpedo y el Ural, ya que solo asistieron 207 aficionados. Una cifra muy pobre para ser un encuentro de la Primera División Rusa.
El Zenit también ejemplifica el problema del Fan ID. El techo retráctil del Gazprom Arena de San Petersburgo, que protege a los asistentes del extremo frío invernal, no ha impedido que la presencia de aficionados del líder de la liga rusa cayera un 48 %.
Las asociaciones de aficionados ya habían boicoteado el mencionado sistema antes de la pausa invernal al considerar que los trataba como delincuentes.