Si juegas a la Juve de tú a tú, te gana y te aplasta. Si juegas como un equipo pequeño, te gana y te aplasta. Pero si actúas siendo consciente de tus fortalezas y debilidades, a esta Juve le puedes hasta plantar cara. La pena para el Cagliari es que necesitó 45 minutos para ser consciente de ello.
Eusebio di Francesco pagó muy cara su cautela ante la Juve. Salió a no perder, y la Juve pasó por encima de su equipo. Fue borrado el Cagliari del mapa durante los primeros 45 minutos.
Se olvidó de atacar el Cagliari, ni siquiera a la contra, y la Juventus jugó a placer. Encerró a su rival en el área y lo puso a prueba una y otra vez. Tardó solo once minutos en dar el primer aviso, un gol anulado a Bernardeschi, por fuera de juego de Morata.
El asedio juventino fue total. El Cagliari se quedó a merced de la Juve, y parecía cuestión de tiempo que el gol acabase cayendo. Se hizo de rogar, eso sí.
Porque el gol no llegó hasta el minuto 38. Morata, muy activo en el frente de ataque, asistió a Cristiano, y el luso, tras acomodarse el balón y amagar un par de veces, remató un balón imparable para Cragno.
Y cuatro minutos más tarde hizo el segundo, porque el Cagliari no reaccionó al gol, y siguió encerrado en su área, hasta que un córner, uno de los muchos botados por el equipo turinés, Cristiano cazó un balón suelto en el segundo palo y remató como buenamente pudo para mandar el partido 2-0 al descanso.
Solo ahí cambió el chip el Cagliari. Di Francesco metió a Sottil al partido y su equipo mejoró. Porque empezó a hacer algo que no había hecho aún, atacar.
Y si bien su juego ofensivo no estaba siendo brillante, ni estaba generando peligro (Buffon apenas tuvo que intervenir), pero al menos había dejado de sufrir, de padecer las acometidas constantes de la Juve.
Ayudó sin duda el conformismo juventino, pues parecía que todos menos Cristiano estaban pensando en el segundo tiempo en ahorrar fuerzas para la Champions.
Lo que no se ahorró la Juve fueron las amonestaciones. Se cargó de tarjetas la 'Vecchia Signora' en este segundo tiempo, sin consecuencias inmediatas.
Dijimos que el Cagliari no generó peligro, y eso no es del todo cierto. Porque tuvo acercamientos que sin duda pusieron en tensión a Pirlo en la banda, e incluso llegó a recortar distancias, gracias a una jugada ensayada desde el córner.
Klavan batió a Buffon con un buen testarazo, pero su tanto fue anulado por fuera de juego de Razvan Marin. Peor aún, tuvo que abandonar el partido al abrirse una brecha al rematar también la cabeza de De Ligt.
Dybala, quien entró en el 69', añadió picante al ataque de la Juve, pero solo él y Cristiano seguían buscando el tercer gol. Así fueron pasando los minutos, con el Cagliari firmando su rendición incondicional en la recta final.
Así pues, nueva victoria de la Juve, la cuarta de la temporada, para quedarse a un punto de un Milan que este domingo visita al Nápoles. El Cagliari se queda en undécima posición, con los ocho puntos con los que comenzó la jornada.