Cristiano de Europa

Cuatro goles, todos ellos de distinta factura; cuatro goles obra de Cristiano Ronaldo, el máximo goleador de siempre en estas fases clasificatorias. El mítico Robbie Keane, leyenda de Irlanda, ya le mira por el retrovisor: 25 goles suma Cristiano en fases de clasificación para la Eurocopa. 23 sumaba el ex de Tottenham, Liverpool o Inter. CR7 rompe cualquier barrera.

Ante Lituania, el delantero de la Juventus despachó el partido y empaquetó los puntos en tres apariciones en la segunda parte. Las suficientes para martillear al rival y abrochar el triunfo de una Portugal tan sobria como sobrada de calidad y pegada. Si no es CR7, es Bernardo Silva, es Bruno Fernandes o es Joao Félix, el nuevo de la oficina.

De hecho fue una combinación de Cristiano y Joao Félix la que acabó en penalti. Pared, centro del rojiblanco y mano de Palionis. No falló la estrella lusa, una pesadilla para Setkus, el aplicado portero lituano.

El gol animó a Lituania, que asustaba desde lejos y con alguna contra. Se sentía superior Portugal, que se desordenaba con facilidad, quizá por el exceso de hombres de ataque. Llegó el tanto local, de Vytas, que se hizo fuerte en un lanzamiento de córner.

Espabiló Portugal en la segunda mitad. Fue Cristiano quien inyectó sangre a su selección. Ya no son los goles, es la ambición, el querer estar en todos lados, asistir tanto como tirar. Joao Félix casi se estrena con una rosquita tras asistencia de CR7.

Apareció la bestia para zamparse a Lituania en un pim, pam, pum: disparo desde la frontal algo mordido que con el hombro ayudó a meter Setkus; remate de primeras en el área un centro de Bernardo; y delicioso a la red, también tras combinación con el del City.

Del 62 al 76', en apenas un cuarto de hora, Cristiano hizo historia. Un día más para el delantero luso, que vio desde el banquillo cómo William Carvalho cazaba un balón suelto para poner el quinto y darle el triunfo al combinado de Portugal, que ya suma ocho puntos tras cuatro encuentros. Lituania se queda con uno y el terror en el cuerpo por culpa de un tirano de Europa de nombre Cristiano Ronaldo.