Cuando a los dos minutos Djimsiti metía en su propia portería el 0-1 para la Juventus, no pocos en Bérgamo presagiaron una goleada del conjunto turinés.
Sin embargo, no ocurrió. El 'Papu' Gómez se puso a repartir juego y Duván Zapata, a aprovecharlo. Así, en el minuto 24, el Atalanta igualó la contienda con un buen gol de exquisita factura.
Los mismos protagonistas aparecieron para darle la vuelta al marcador, ya en el segundo tiempo. En el 56', otra vez Alejandro Gómez veía a Zapata y éste, de una forma menos vistosa que antes, remontaba el partido.
Para colmo, desde el 53' la Juventus estaba con un futbolista menos. Rodrigo Bentancur había visto una amarilla a los 18 minutos, y en el 53' vio la segunda.
El escenario era el peor posible. Con diez, con el rival remontando un partido fuera de casa, y sin Cristiano Ronaldo en el campo, a la Juve sólo le quedaba una opción para salvar los papeles y evitar la primera derrota liguera.
Massimiliano Allegri no lo dudó. Cristiano, al campo. Sami Khedira le dejó su sitio, y sólo tardó 13 minutos el luso en hacerse notar. Fue en un saque de esquina que el Atalanta defendió de una forma horrible.
Lo remató Chiellini, pero su testarazo no vio puerta. Sin embargo, ahí estaba Cristiano, inexplicablemente libre de marca en boca de gol. El astro portugués no desaprovechó el regalo e igualó la contienda.
La Juve, pese a la inyección de moral que supuso el empate, pareció conformarse con el resultado. Siempre es mejor un punto por conformarse que ninguno por arriesgar y claudicar a la contra. La primera derrota liguera de la Juventus tendrá que esperar una semana más.