Entraron las dudas al cuadro de Sarri cuando Caprari marcó la diana del empate gracias a un error defensivo en cadena de los visitantes. Empezaron a revolverse los locales y llegaban con más fiereza al área rival, aunque seguía sin ser suficiente para conseguir la remontada.
Cristiano estaba siendo de los más activos en el ataque de los suyos. Regateaba por banda, colocaba centros laterales y se asociaba con sus compañeros para buscar la diana. De hecho, la mayor parte de los ataques del equipo se estaban concentrando por su banda.
Pero el portugués es de altos vuelos. Saltó como nunca -o como siempre, mejor dicho- al segundo palo para rematar de cabeza un centro lateral desde muy lejos. Se elevó por encima de los demás defensas de una forma sencillamente espectacular: cómo se elevó fue tremendo.
Ello le permitió meter la testa con mucho acierto para que la pelota entrara con potencia en la portería de Audero. Debido a la cercanía del disparo, el guardameta no pudo hacer mucho ante un tiro que, además, llegó muy pegado al larguero, evitando que el cancerbero tuviera cerca la parada.
December 18, 2019