Un 'necesita mejorar' como medida de urgencia

Duelo de sensaciones parecidas en Mendizorra, pero que terminó con un resultado distinto. Lo intentó y propuso el Granada, pero, una vez más, sus errores y fragilidad defensiva le pasaron factura.

Y eso que los primeros compases del encuentro estuvieron disputados y con los dos conjuntos proponiendo varias cosas en ataque. Sin embargo, la mala fortuna se cebó con el conjunto nazarí. En una jugada que nación en el área 'babazorra' y continuó con una buena triangulación guiada por Luis Rioja, Javi López metió un centro desde la izquierda al primer palo, donde apareció Samu Omorodion para tocar la pelota, aunque esta tocó en el cuerpo de Torrente y se fue dirección a su propia portería para colocar el 1-0.

Continuaron los problemas en defensa para un Granada que lo intentó, pero que no consiguió superar la línea de atrás de su rival. Tuvo más control de la pelota, pero las ocasiones brillaron por su ausencia.

Por su parte, el gran artífice del ataque del Alavés fue Samu Omorodion. El atacante fue todo un portento físico arriba y un dolor de cabeza para la zaga granadinista, que no fue capaz de detenerlo. Sin embargo, el 2-0 volvió a llegar en un fallo defensivo. Contragolpe 'babazorro', muchos fallos en la marca, que dejaron a Rebbach solo en el área, para sacarse un disparo colocado a la cepa del poste izquierdo de André Ferreira.

Lejos de reaccionar en la segunda mitad, el Granada salió algo dormido y sin dar ápice de reacción. Le costó salir de su propio campo y el Alavés aprovechó esa dejadez para aumentar su ventaja en el marcador.

Samu Omorodion, que estaba siendo el mejor de su equipo, se hizo con el premio del gol. Se hizo hueco entre los dos centrales y conectó un cabezazo letal al que nada pudo hacer André Ferreira para evitar el 3-0.

No bajó la intensidad el Alavés y se lanzó en busca del cuarto aprovechando las debilidades granadinistas. Pese a ello, no estuvo afortunado de cara a puerta el cuadro 'babazorro', para fortuna de los visitantes.

El partido entró en terreno de nadie y el tiempo siguió corriendo. Tiró de orgullo el Granada en busca de inaugurar el marcador y comenzó a buscar más la portería de un, hasta ahora, desapercibido Sivera. Así, en el minuto 85, Alberola Rojas señaló la pena máxima a favor de los visitantes.

Cayó en el área Diedhiou y, aunque ya había soltado la pelota, pero fue derribado por un defensor y el colegiado decretó la pena máxima. Un penalti que se encargó de transformar Uzuni para colocar el definitivo 3-1.

Tuvo alguna que otra ocasión más el Granada en las botas de Puertas, pero la realidad no fue otra que el partido estaba visto para sentencia. Victoria de mérito de un Alavés que sigue intratable en casa con su 4ª victoria y que mete en serios problemas a Granada, que ya lleva 11 encuentros sin conocer el triunfo y es el penúltimo clasificado.