La temporada del Almería va camino de consumar el desastre. Una vez más, el conjunto indálico dio la cara, desplegó buen fútbol y tuvo ocasiones, pero, una vez más, volvió a obtener el mismo resultado de siempre. Nueva derrota, esta vez ante el Alavés, y la sensación de que si la cosa no mejora cuanto antes, la permanencia será una misión cada vez más difícil. No sabe aún lo que es vencer en Liga y ya lleva 16 derrotas en 22 partidos.
Tras unos primeros minutos de juego en los que el ritmo del partido fue algo tosco y bronco, fueron los locales los que dieron un paso adelante para tratar de dominar el partido. No les fue nada mal, aunque, una vez más, acabó tropezando con la misma piedra.
En el 10', Samu Omorodion recibió al espacio un balón al hueco de Carlos Vicente y se plantó solo en el mano a mano ante Maximiano, a quien batió para colocar el 0-1 en el electrónico. No obstante, la jugada vino de un córner a favor del Almería y la pelota fue recuperada por el propio '32', quien ganó el rechace ante Robertone. Un despropósito.
El Alavés se asomaba a la portería contraria, pero sin demasiado peligro. Tampoco lo necesitó, ya que con poco que generaba, ya le hacía daño a su rival por su blanda defensa. Aun así, los indálicos dieron un paso adelante y trataron de ir a por el empate.
Llegaban al área 'babazorra', pero les seguía faltando ese punto de precisión necesario en ese tipo de jugadas. También pegada, ya que el disparo más peligroso fue uno de falta directa de Embarba que obligó a intervenir a Sivera por el efecto endiablado que había cogido la pelota.
No hubo tiempo en la primera mitad para obrar el milagro y eso que, al igual que en el Bernabéu, mereció mucho más el conjunto local. Por su parte, el Alavés se fue a los vestuarios con la sensación de que, sin hacer un partido brillante, estaba cumpliendo su objetivo.
El comienzo de la segunda mitad fue para el Almería. De hecho, tuvo la más clara en el minuto 48, cuando arribas tiró una pared con Pubill y este se sacó un trallazo que despejó de forma muy efectiva Sivera en dos tiempos.
Sin embargo, una vez más, el jarro de agua fría fue para los locales. En una jugada muy rápida y de listos, Sivera jugó con la mano en largo para Samu, que inició su aventura en solitario ante la defensa indálica. El portentoso delantero volvió a demostrar su fuerza y velocidad y consiguió penetrar en el área, donde quiso irse de Maximiano y este, a la desesperada, le acabó tocando y cometiendo penalti. Luis Rioja no perdonó y el 0-2 subió al marcador en el 52'.
No dejó de luchar el Almería, al que no le costaba mucho trabajo plantarse en las inmediaciones de su rival, pero quien no pudo echar abajo el muro de Sivera. El portero 'babazorro' quiso lucirse y se mostró muy seguro bajo los palos para así evitar el gol visitante.
La frustración de los locales iba cada vez a más, ya que se veía incapaz de derribar el arco de Sivera ni de superar las líneas de una muy buena defensa del Alavés. Pese a ello, la relajación le jugó una mala pasada a la zaga de los de Luis García.
Rafa Marín se durmió y Lázaro le robó la cartera. Se plantó solo ante Sivera, pero el meta le encimó muy bien. El rechace le quedó franco a Melero, que buscó la escuadra, pero la pelota se marchó fuera. El partido entró en su recta final, pero, antes de conocer el tiempo añadido, el Alavés dio el golpe definitivo.
Samu Omorodion redondeó su gran noche con un doblete. El delantero recibió de Benavidez en el interior del área, apuró línea de fondo y se sacó un misil escorado que acabó doblando las manos de Maximiano y colocando el tercero y definitivo en el marcador.
Sin tiempo para mucho más, Ortiz Arias decretó el final del tiempo reglamentario y consumó un nuevo fracaso del Almería, que sigue sin ganar en lo que va de Liga y ya suma 16 derrotas. Se nota el cambio de actitud, pero los resultados siguen sin llegar y eso es lo más importante si el conjunto indálico quiere seguir con opciones de permanencia en Primera División, algo que cada vez está más complicado.