Senegal, primera selección africana que gana a Inglaterra

Ni con Southgate ni con Tuchel juega bien al fútbol Inglaterra. Después de la triste victoria por la mínima frente a Andorra (1-0), el combinado nacional volvió a decepcionar este martes tras perder contra Senegal (1-3) en la primera derrota de su historia ante una selección africana.
Los 'Three Lions', que ya llevan cuatro partidos con een el banquillo, tropezaron de nuevo en el fútbol gris y aburrido que ya es su signo de identidad. No pudieron con un rival más vívido y al que el VAR ayudó con un polémico gol anulado a Bellingham en los últimos minutos.
A Inglaterra se la vio falta de ganas y de interés en el choque, quizás porque no había nada en juego o quizás por el cansancio físico que ya mencionó Kane después del duelo ante Andorra.
El delantero del Bayern fue uno de los que no rotaron y repitió titularidad. Y también repitió gol. A los siete minutos, Kane empujó a la red un mal despeje de Mendy y sumó un nuevo tanto con la camiseta inglesa. Ya lleva 73.
Si Anthony Gordon no hubiera errado una ocasión que tuvo a puerta vacía, el resultado probablemente habría sido distinto, pero el extremo del Newcastle perdonó e Ismaïla Sarr, en el minuto 40, sacó los colores a Walker.
El lateral del City, rechazado por el Milan, se durmió pensando que una pelota se iba fuera, la salvó Nico Jackson sobre la línea y habilitó a su compañero, que empató el encuentro. Más que merecido por lo que se estaba viendo en el campo, como merecido hubiera sido el 1-2 antes del descanso si Dean Henderson, el arquero que le dio la Copa de Inglaterra al Crystal Palace, no hubiese estado excelso bajo los palos.
Pero el portero no lo puede salvar todo y cuando Senegal mandó un balón largo que no siguieron ni Lewis-Skelly ni Colwill, Habib Diarra encontró el hueco para poner a 'Los leiones de la Teranga' por delante.
Por suerte para los 'Three Lions' había suficientes senegaleses en la grada para que se les escuchara más a ellos celebrar que a sus aficionados abuchear.
El sonrojo de la derrota animó a que el combinado de Tuchel buscara el empate y casi llegó en buenas atajadas de Mendy a Morgan Gibbs-White y Saka, pero el intento se desinfló pronto e Inglaterra cayó en la monotonía de siempre, condenándose a una derrota intrascendente en lo deportivo, pero terrible en lo mental.
El VAR, además, anuló un gol a Bellingham en los últimos minutos por una mano en la jugada de Colwill. Ya en el 93', Cheikh Sabaly sentenció a la contra, confirmando la primera derrota de Inglaterra contra un equipo africano desde 1986.
Tras seis meses con Tuchel, no hay mejoría respecto a lo visto con Southgate. Pensar en que este equipo inglés pueda ganar el Mundial del año que viene es, por lo visto en los últimos partidos, poco más que una utopía. De momento, su objetivo es clasificarse.