Conservadores e imperfectos

Golpe de realidad del Sevilla en su visita al Arsenal. Derrota y sensación de que no están dando la talla en una competición tan exigente como la Champions. Conservadores, imperfectos y sin ápice de reacción (2-0).

Desde el pitido inicial se pudo ver que el planteamiento inicial de Diego Alonso fue muy conservador. Entregarle la pelota directamente a su rival y esperar a ver que sucedía. Y lo que sucedió, ante todo un portentoso equipo inglés, fue que no hicieron acto de presencia en los primeros minutos de juego.

El asedio del Arsenal fue una realidad. Las bandas, con Saka y Martinelli como máximos exponentes, fue un auténtico dolor de cabeza para los hispalenses. Los jóvenes Kike Salas y Juanlu se vieron superados una y otra vez por la velocidad endiablada de sus rivales.

El Sevilla no salía de su campo y se dedicó a achicar los balones que llegaba a su área como pudo. Mientras tanto, los locales buscaban de una u otra forma adelantarse en el marcador. Algo que llegó en el minuto 29 y con un contragolpe perfecto tras una pérdida del Sevilla.

Balón a la espalda de la defensa para Saka, que apuró línea de fondo y metió el centro raso al corazón del área. Por allí apareció Trossard, que puso el pie y mandó la pelota al fondo de la red ante una estática zaga sevillista.

El Arsenal mantuvo la presión asfixiante hasta el final de la primera mitad e incluso se pudo marchar por delante al descanso. Algo que no sucedió y no precisamente porque el Sevilla reaccionase.

La segundo mitad comenzó con un cambio de cara y de actitud del Sevilla, que lo intentó, pero al que no le llegó ni lo más mínimo para inquietar a su rival. Rápidamente, el Arsenal recuperó el control del juego y se lanzó en busca de la portería contraria para buscar el segundo.

No dio un balón por perdido el conjunto 'gunner' y las ocasiones se le siguieron cayendo de los bolsillos. Primero Havertz, que se quedó a milímetros de disparar a puerta, y después Trossard, en una jugada por la izquierda de Martinelli, una más, que encontró al belga en el área y este ajustó su disparo al palo largo de Dimitrovic.

Pero no fue hasta el minuto 64, cuando el Arsenal consiguió el 2-0 por mediación de Saka. Balón a la carrera del inglés en un contragolpe perfecto de los 'gunners'. El '7', en una posición muy justa, encaró a Dimitrovic y definió a la perfección para aumentar su ventaja en el marcador.

Siguió sin salirle nada a un Sevilla que estaba noqueado y deseando que el colegiado pitase el final del partido. De hecho, ni siquiera había rematado a puerta hasta el minuto 96 del partido. Un auténtico despropósito.

Un nuevo varapalo en la ilusión sevillista, que ve como, poco a poco, se desvanecen sus opciones de seguir vivos en la competición. Una triste realidad que cada vez cobra más sentido en el conjunto de Nervión.