Ernesto Valverde avisó en rueda de prensa. "El año pasado, Griezmann nos hizo 2 goles que supusieron 6 puntos para ellos y ninguno para nosotros. Es un jugador que puede jugar arriba, en la mediapunta, en el costado... Su capacidad está fuera de duda y a nosotros nos ha hecho mucho daño". Su pizarra dio la bienvenida a su discurso con una premisa clara: atar en corto al francés. La consecuencia la conoció San Mamés: el Athletic ganó al Atlético de Madrid en la jornada 17 de Liga.
El luminoso conoció el pitido final con un 2-0 que podría haber sido mucho más holgado en favor de los bilbaínos. Ya desde los primeros compases, a los del Cholo Simeone se les notó una incomodidad manifiesta y basada, principalmente, en la incapacidad para conectar con su 'Príncipe'. El marcaje era férreo: Dani Vivian estaba instruido en perseguirle hasta a las inmediaciones de la frontal contraria si hacía falta e Iñaki Williams, con rol de atacante, se dejó ver como si de un zaguero se tratara para quitarle balones en la zona medular.
Quizás al banquillo rojiblanco le faltó trabajar en previsión con que los 'leones' rodearían al galo, que demostró a sus rivales que tenían razón con las dos o tres ocasiones en que pudo meterse en dinámica. Generó un "uy" con un tiro desde lejos que hizo que Unai Simón dudara y obligó a Vivian a sacar a relucir la frente para amortiguar un par de envíos a su espalda que, en contraposición a lo que le ocurriría a Witsel más adelante, no le pillaron desprevenido.
Un balón a la retaguardia del belga ayudó a Gorka Guruzeta a abrir la lata en la segunda mitad, pero, para entonces, el Atlético de Madrid ya había tenido varias desatenciones en su línea de atrás. En esta ocasión, Ander Herrera se encargó de interpretar a la perfección un despliegue de los 'colchoneros' después de un centro para pillar a los zagueros justamente saliendo de su área y que su compañero remachara solo en el segundo palo.
La ocasión fue incluso más clara que la que Oihan Sancet, en el primer acto, desperdició desde los once metros. Simeone había apostado por Söyüncü como titular en una decisión que sorprendió a muchos y que acabó de la peor de las maneras para el turco. En una internada de Nico Williams hacia dentro de la caja de Oblak, le hizo la zancadilla al llegar tarde a rebañar un recorte del extremo con la espuela de la diestra y le tiró al suelo.
Su colega del Athletic y de la Selección Española quiso clavar el balón en la escuadra desde el punto fatídico y lo mandó directamente a la grada. La reacción de los asientos fue ejemplar: cascada de aplausos a pesar de que, en el subconsciente de cada espectador, rebotaba la idea de que el equipo estaba dejando escapar sus mejores ventanas para ponerse por delante y, con la calidad contraria, no era nada descartable verse por detrás si Griezmann protagonizaba un destello de los suyos.
Para cuando el 1-0 campaba en el marcador, el entrenador visitante ya había reaccionado corrigiendo su idea inicial en el descanso. Introdujo a Rodrigo de Paul por Söyüncü y a Giménez por Nahuel Molina. Los suyos ganaron en empaque defensivo, sobre todo por un charrúa que llegó a protagonizar dobles intercepciones cuando se le acercaba algún atacante de la talla de Nico. El argentino, eso sí, no estuvo tan fino y solo concentró la mirada de los cámaras con un codazo a Beñat Prados y un centro que no pudo rematar porque Iñaki, en otro esfuerzo de zaguero, se vistió de lateral derecho para despejar de cabeza.
Ante la impotencia del Atlético, el Athletic remachó la victoria con un golazo de Nico Williams. Witsel volvió a salir en la foto: vino en ayuda de Mario Hermoso cuando el '11' recortaba hacia dentro desde el balcón derecho de la platea de Oblak y ya era demasiado tarde para evitar que, con un golpeo fino usando el interior de la zurda, mandara el balón al fondo de las mallas por la escuadra del guardameta, a quien no se le puede atribuir culpa alguna porque bastante trabajo había llevado a cabo ya antes para contener a los 'leones' en sus oportunidades más claras.
De hecho, su primera intervención se produjo a los 5 minutos con una mano salvadora a un tiro de Guruzeta al ángulo. Con el 2-0 ya arriba, él metió los guantes abajo para que la ventaja bilbaína no creciera ante un disparo de Iñaki, que, de haber marcado, tendría que haber sido elegido como 'MVP' por su omnipresencia. El mensaje que lanzó junto a su hermano -el condecorado- y sus hermanos, coral, es una alerta para el Cholo. Los suyos han estado funcionando bien en general, pero han caído jugando mal en San Mamés y Montjuïc, feudos de rivales directos.