El Athletic marca su territorio Champions

El piloto automático ha sido activado en San Mamés. El Athletic, en pleno ascenso a nivel de sensaciones desde hace más de un mes, sumó su quinto triunfo seguido (entre Liga y Europa League) y asestó el primer golpe a la pelea por la cuarta plaza tras superar por 2-0 a un Villarreal que comprobó que hasta en un día rutinario este Athletic puede ganar a cualquiera.
Con el subidón de su triunfo ante el Madrid todavía reciente, el Athletic comenzó el partido mordiendo en la presión. Sin embargo, el Villarreal, sin miedo al ímpetu vasco, parecía dominar bien ese planteamiento inicial de los rojiblancos, sacando el balón con mucho sentido y sin demasiado sufrimiento. Estaba muy cómodo el cuadro de Marcelino en los primeros minutos, pero este Athletic tiene múltiples recursos para soltarte un zarpazo cuando menos te lo esperas.
En prácticamente su primer acercamiento serio al área 'groguet', Aitor Paredes, de cabeza, remataba un córner botado de manera magistral por Ruiz de Galarreta. El central entró con todo al primer palo e hizo saltar por los aires a una zaga del Villarreal excesivamente parada para poner el 1-0. El balón parado había dado al Athletic una ventaja inesperada en el minuto 15... y estuvo también muy cerca de quitársela.
Y es que poco después, en el minuto 21, una falta desde la derecha magistralmente colgada por Parejo era rematada por Gueye con una gran volea abajo. Su golpeo desde dentro del área sorprendió a Agirrezabala, que nada pudo hacer para evitar el tanto. Sin embargo, el VAR salvaría a los 'leones', pues el jugador del Villarreal estaba en fuera de juego y el tanto fue anulado tras revisarse.
La tecnología de vídeo fue un mazazo todavía más duro que el gol para el Villarreal, que comenzó desde ese momento a ser un manojo de nervios en la salida del balón. No encontraban sus compañeros a Parejo en la génesis de la jugada y los 'groguets' perdieron un balón tras otro ante la presión del Athletic, que no pudo materializar esos regalos.
Pese a ello, una vez Marcelino dio orden a los centrales de no complicarse en exceso con el esférico, el Villarreal volvió a crecer y dominó el tramo final del primer tiempo. Yéremy Pino, de cabeza, obligó a lucirse a Agirrezabala y el Athletic terminó por achicar agua para mantener su renta al descanso.
La segunda mitad arrancó con un guion similar al del primer tiempo, pero con un Villarreal más incisivo. Marcelino puso de inicio sobre el verde a Gerard Moreno y Ayoze para buscar la remontada y volver loco el partido. En los primeros compases, Comesaña tuvo un remate franco para poner el 1-1 tras una exquisita asistencia de Baena, pero el intento del mediocentro se marchó alto.
El partido, intenso, se caldeó de repente tras una acción entre Bernat y Guruzeta en la que los castellonenses no tiraron fuera el balón con el jugador local en el suelo. La grada se encendió y reconectó a un Athletic desaparecido hasta el momento. Ya con Nico Williams sobre el campo, los pupilos de Valverde, con algo más de espacios, comenzaron a generar serios peligros a su rival, siendo Iñaki Williams y la banda derecha su principal caladero de ocasiones.
Precisamente por ahí iba a llegar el tanto de la sentencia. La receta, visto lo visto, estaba cantada. Recuperación rápida del Athletic y balón filtrado de Sancet para que Iñaki, tras galopar por la derecha, conectase un derechazo raso para batir a un Diego Conde que, además del 2-0, salió lesionado de la acción.
Con una gran desventaja y poco tiempo en el reloj, Marcelino quemó naves en los últimos 15 minutos, pero el partido estaba ya demasiado cuesta arriba para un Villarreal grogui pese a los chispazos de Ayoze. No sufrió nada en el tramo final el Athletic, que se asentó en la cuarta plaza y, entre todas las competiciones, sumó su quinto triunfo consecutivo. Un claro aviso a navegantes de unos 'leones' que no parecen tener techo esta temporada.