Las finales anticipadas también se ganan y el Atlético de Madrid cumplió con su deber. El equipo de Diego Pablo Simeone apagó la llama de la ilusión del Athletic Club (3-1) en la clausura del turno sabatino en la jornada 33 de Primera División. Rodrigo de Paul, Ángel Correa y el gol en propia puerta de Unai Simón dejan en 6 puntos más 1 por el 'goal average' el margen de los 'colchoneros' desde la última plaza de Champions League. En la nada se quedó el tanto de Nico Williams, quien respondió a los presuntos insultos racistas como mejor sabe hacer.
El pequeño de los hermanos se dispuso a sacar un córner, cuando empezó a escuchar "sonidos de mono", según aseguró tras el encuentro. Una imagen lamentable que manchó la meritocracia de los locales, rendidos a Marcos Llorente como improvisado extremo izquierdo. La clave táctica por la que los rojiblancos estuvieron a la altura de las circunstancias. Porque enseñaron sus mejores cartas como locales, no la baraja visitante. Esa que le ha impedido pelear por cotas más altas que su continuidad en la máxima competición continental.
Hay que probar
Con sistemas y formas de jugar tan directas, los detalles marcan las diferencias. Planteamientos que no están hechos para la creación, prefieren la frenética. Y en el fútbol hay que probar. Por lo que pueda pasar. Y en el primer acercamiento con cierto peligro de los 'colchoneros', Íñigo Lekue validó la posición de Marcos Llorente, quien mandó el centro al corazón del área. Y fue el '15' quien despejó con la cabeza hacia zona factible de segunda jugada. Lo que vino a ser un pecado capital.
Y apareció Rodrigo de Paul. El argentino golpeó de volea con la fortuna de que Íñigo Ruiz de Galarreta desvió la trayectoria del lanzamiento sin querer. El cambio de dibujo en el aire sorprendió a Unai Simón, cuya estirada no pudo evitar el 1-0 en el marcador. Cuando mejor arrancó el plan de Ernesto Valverde, la idea de Diego Pablo Simeone se adelantó por méritos secundarios. A partir de la inferioridad en el luminoso, los 'leones' apretaron la mandíbula para buscar las tablas antes del descanso.
A palabras necias, oídos sordos
En un saque de esquina, se pronunciaron presuntos insultos racistas desde la grada hacia el pequeño de los hermanos Williams. Quien preguntó al asistente si los había escuchado. Pero se suele decir que a palabras necias, oídos sordos. Porque Nico habla con el gol. Antoine Griezmann falló en la entrega e Iñaki Williams habilitó a Gorka Guruzeta, quien le regaló el 1-1 al '11'. Con señal de piel de regalo en la celebración. Los errores no forzados condenaron a los anfitriones bajo el malestar de su afición.
Aunque la pausa fue una bendición. La reanudación le sentó mejor al Atlético de Madrid, que remó en dirección portería. Con el sacrificio incontestable de Marcos Llorente. Era el mejor de los suyos, hasta que una situación aislada cambió las tornas. El amor por la táctica de Koke se hizo notar con un pase filtrado al espacio digno de jugar la próxima edición de la Champions League. El capitán, la guía y el motivo por el que la calma llegó a su bando en la segunda mitad. Nada que ver con el primer acto.
El Ángel de la guarda
Fue el Ángel de la guarda quien señaló el camino hacia la victoria. De apellido Correa, controló el cuero para regatear a Unai Simón en la posterioridad. El argentino llegó a complicarse la vida quedándose sin ángulo, aunque consiguió encontrar el camino a la red. No fue definitivo, sino el punto de partida para despegar. Porque de nada sirvió el triple cambio de Ernesto Valverde. En el primer partido conociendo la marcha de Iker Muniain, el '10' hizo de revulsivo junto a Ander Herrera y Álex Berenguer.
Sin embargo, los contratiempos entraron a escena con los contratiempos físicos de Íñigo Ruiz de Galarreta. Pudo marcharse por su propio pie para dejar su lugar a Mikel Vesga. Y Raúl García, ovacionado en la previa del encuentro por su pasado glorioso en Majadahonda, completó el repóker desde el banquillo. A la vez que Diego Pablo Simeone realizó modificaciones tácticas y llenó de oxígeno a los suyos con las presencias de Rodrigo Riquelme, Pablo Barrios, César Azpilicueta y Saúl Ñíguez.
La suerte se busca
Antes de ello, Samu Lino demostró que la suerte se busca. El brasileño encaró a su par y armó la diestra. El golpeo raso al primer palo se encontró con la madera. Aunque el rechace del mismo se topó con la espalda de Unai Simón. La mala fortuna bajo la mirada de los huéspedes significó el 3-1 definitivo en el marcador. Y prácticamente, el visto para sentencia. Varias tarjetas amarillas por sendas entradas a Iker Muniain y deja de contar. El fútbol ya había archivado este caso para entonces.
6 puntos más 1 por el 'goal average'. Esta es la diferencia que deja al Atlético de Madrid con pie y medio en la próxima edición de la Champions League para la decepción del Athletic Club. Que no fracaso de los 'leones', que tienen su presencia garantizada en la Europa League por arrebatarle al Real Mallorca la Copa del Rey. Pero cuando un sueño se queda tan cerca, duele igualmente o incluso más. No es matemático, pero sí virtual. A pelear hasta que se agoten las balas en la recámara.