27 de octubre, Benito Villamarín. Esa fue la última vez que el Atlético de Madrid encajó una derrota oficial. Desde entonces, su racha se amplía con la de este domingo a 11 victorias consecutivas. A tiro le quedan las 13 de la temporada 2012-13, su récord histórico. Y gracias a esto es ya un aspirante más a ganar el título de Liga. Tras ganar al Getafe, el conjunto 'colchonero' era colíder con el FC Barcelona.
Lograrlo le costó sudor y sangre. El Atleti tuvo las ocasiones más claras, pero la partida de ajedrez entre Diego Pablo Simeone y José Bordalás iba para largo. Al final, los cambios salvaron la batalla para el argentino, que acertó de pleno con los dos que generaron el primer y único gol: Nahuel Molina y Alexander Sorloth. El noruego, que fue 'MVP', le va dando la razón a su entrenador y ya suma siete goles. Este último, con un cabezazo de '9' puro de los que echaban de menos por el Metropolitano.
En este duelo, José Bordalás se reinventó una vez más situando a Djené en el puesto de pivote junto a Luis Milla y Yellu Santiago, manteniendo una defensa de cuatro a la que el Atleti quiso castigar buscándole las cosquillas a la espalda. Simeone, que repitió once respecto al Slovan Bratislava, pidió a Julián Álvarez y Samu Lino que picaran una y otra vez a Nyom y Domingos Duarte, y los réditos los encontró por el lado del camerunés.
El brasileño, extremo esta vez en un 4-4-2, tuvo dos ocasiones clarísimas de gol en muy poquito tiempo. Primero en un centro de Giuliano que remató fuera por centímetros, después en un envío diagonal en el que no conectó bien la volea. En posesión, el Atlético volcaba el juego por ese costado izquierdo. Y cuando jugaba rápido, atraía por la derecha para terminar por ese flanco.
La idea de Bordalás con Djené era que neutralizase a Antoine Griezmann, mientras que este jugaba con libertad absoluta. Apareció de pivote, en la derecha y a veces también cargando ese flanco zurdo. Pero el Getafe, inteligente, se negaba a un ida y vuelta que favorecía mucho más las carreras al espacio de los 'colchoneros'. Sobre la media hora de juego, el equipo azulón reclamó el esférico y lo movió con más calma para ganar metros y tranquilizar el encuentro. Finalizó un par de ataques, embarró lo que pudo en algún saque de banda y jugó a lo suyo para sacarle partido.
En ese trance, el Atlético perdió varios balones tontos en su propio campo. De Paul, Griezmann o Julián Álvarez le regalaban la posesión al Getafe, que gracias a ello se metió mucho más en el partido. Suerte tuvieron los 'colchoneros' de no pagarlo más caro. Con algún jugador más arriba, los azulones habrían castigado las situaciones de ventajas de las que dispusieron. Aun así, los de Simeone pudieron desperezarse antes del descanso con un tiro blandito de la 'Araña' y un cabezazo de Giuliano en el área pequeña que se le fue por muy poquito.
No le gustó al Cholo esa deriva que tomaba el partido y al descanso metió, como decíamos, a Alexander Sorloth de referencia. El damnificado fue precisamente Samu Lino, quien había tenido las más claras en la primera mitad, y desplazó a Julián al costado para seguir martirizando por ahí. Pero el Getafe seguía muy bien plantado: hilaba de cuando en cuando jugadas largas, Griezmann no aparecía y a Pablo Barrios le costaba también entrar en juego, aunque suya fue la primera de la segunda parte.
Los dos técnicos entraron ahí en un intercambio de sustituciones. El argentino, para hacerse con el mando del partido. El valenciano, para que se mantuviera así. Chrisantus Uche y Álex Sola entraron con bastante energía, mientras que el Cholo tuvo que seguir tocando piezas: sentó al '7', metió a Nahuel Molina y Correa o a Koke para formar un trivote con el que asegurar su medular.
Costó, pero el gol llegó y cayó del lado rojiblanco. Los cambios surtieron su efecto. En el 69', Molina centró desde la derecha y Sorloth entró a la espalda de Domingos Duarte para cabecear picado y colarle el balón a David Soria por el otro palo. Un golazo por el envío, justo al sitio, y la técnica del testarazo. Pero en esta Liga nada está exento de polémica: el Getafe se quería merendar a Soto Grado y con motivo.
Y es que justo en la jugada anterior, el conjunto azulón había reclamado un córner que ni el línea ni el árbitro vieron. Chrisantus Uche había cabeceado por encima del larguero, pero el último en tocar ese balón era Giménez. Entre las protestas, Juan Iglesias vio la amarilla y el partido se empezó a calentar más y más. Correa le soltaba una patada fea a Nyom, el colegiado le sacaba la amarilla al fisio rojiblanco y Alderete se lamentaba por el mal que afecta a los árbitros de hoy: dejárselo todo al VAR. El paraguayo se hizo daño despejando a córner un esférico que buscaba a Sorloth en clarísimo fuera de juego. Y en vez de pitar, se dio el saque de esquina.
Al contrario de lo que suele pasar, este juego bronco no le favoreció nada a un Getafe que veía pasar el tiempo mientras las piernas le pesaban una barbaridad. El conjunto 'colchonero' se plantó en el minuto 90 sin mucho más por destacar que el regreso de Le Normand, que no jugaba en Liga desde que se hizo daño en el derbi madrileño en septiembre. Correa, fundido también, perdonó el 2-0 en un mano a mano que se le fue largo y que después quiso terminar él por narices. Al menos, la jugada servía para rascar más segundos y dar por cerrada una victoria sufrida, pero merecida. Y ya son 11 consecutivas.