'Easy' 'Grizzi'

'Easy' 'Grizzi'. El Atlético de Madrid, en la jornada 32 de Primera División, derrotó con calma, con superioridad, con sosiego y con calidad a un Valencia que conoció, por un día más, las diferencias de su equipo con los que pelean por los primeros puestos de la clasificación. Con goles de Antoine Griezmann, Yannick Carrasco y Thomas Lemar, los del Cholo Simeone sumaron su tercera victoria consecutiva.
El resultado supone dar continuidad a las inmejorables sensaciones en casa después de la goleada contra el Sevilla por 6-1. Posteriormente, los rojiblancos rindieron al Girona en una visita con menos brillo que tan solo hizo de trampolín ante la comparecencia de los de Rubén Baraja, que, aparte de un insistente Kluivert y un acertado Gayà, no encontraron apenas acierto en su actuación en el Cívitas Metropolitano.
Su caída ayudó a los aficionados 'colchoneros' a aupar aún más la ya de por sí elogiada figura de Griezmann, que estuvo soberbio. También a reconciliarse con Rodrigo de Paul, que ha pasado de ser el objetivo de algunos pitos a marcharse entre aplausos después de un día notable en el que se vistió de asistente para el 2-0, obra de Yannick Carrasco, con una pared de primer nivel que rompió la defensa 'che'.
El estilo de esta jugada, de toque, de salón, casó con muchas otras que el Atlético de Madrid urdió en su feudo. Los del Cholo mostraron su versión más completa, aquella capaz de colarse en el tejemaneje de piernas del Valencia por mediación de pases entre zagueros o de pillarlos a contrapié a la contra. Tanto en uno como en el otro cauce, se antojó fundamental 'Grizzi', que condujo a los suyos en su libre posición desde la zona de tres cuartos.
El francés se encargó, además, de abrir la lata en un momento del partido en el que daba la sensación de que iba a hablarse bastante más del árbitro que del resultado. Munuera Montero mostró la tarjeta amarilla al '8' a los cuatro minutos por una entrada que no parecía para tanto y, no mucho después, tuvo que acudir al monitor del VAR para invalidar el gol con el que Hugo Duro había igualado las fuerzas tras el 1-0 del '8' local.
El 'quid' de la cuestión estuvo en que, en el origen de la jugada, Foulquier impactó, con uno de los tacos de su bota, con el talón de Memphis, que acabó descalzo de un pie y en el suelo. Si bien es cierto que el '20' ni siquiera se dio cuenta en el momento y que no propinó ningún golpe contundente a su par, le impidió disputar la pelota, con lo que pudo recuperar libre de presión para generar la contra que acabó en el tanto de Duro, quien, dicho sea de paso, remachó a la perfección, al primer toque, un balón templado al área de Oblak.
Sí que valió el golpeo bajo de Griezmann al segundo palo con el que el Atleti empezó a construir su victoria. En una jugada veloz que procedió de un despeje de cabeza de Savic, el galo recibió el cuero de Marcos Llorente, lo controló entre el 'sinquerer' y la intención de despojarse de la presión de Özkacar y definió sin complicaciones. Era la coronación a unos compases iniciales en los que los locales habían sido muy superiores. Memphis podría haber sido el 'abrelatas', por ejemplo, pero un testarazo picado se le fue fuera por poco.
Ya en la segunda mitad, Carrasco y Thomas Lemar ampliaron la distancia en el luminoso. Primero, el belga aprovechó el rechace de una gran parada de Mamardashvili a Marcos Llorente para hilvanar una pared con Rodrigo de Paul y, en un chut parecido al de 'Grizzi' en el 1-0, batir al cancerbero visitante a palo cruzado. Después, en una contra de nuevo bajo el volante de Griezmann, Morata recortó desde la banda y colgó un balón que Lemar, inteligente, desplazó de cabeza al fondo de las mallas de manera que al guardameta le pillara a contrapié.
En definitiva, todo son buenas noticias en el Atlético de Madrid, que gana fuerza en su objetivo de canjear una plaza para competir en la Champions League la temporada que viene y olvidar las crisis de fe de la presente. El Valencia, que ha de situar la permanencia en su mirilla, comprueba lo distintos que son su nivel y el de un conjunto que, en estos momentos, está en esos puestos que tanto se echan de menos en Mestalla.