Con bravura y tesón. Así jugó el Atlético de Madrid su partido ante el Valencia y, con el recuerdo de la ida en la memoria, donde los rojiblancos dejaron muy mala imagen y acabaron perdiendo, se llevó un triunfo de manera merecida que los devolvió a los puestos de Champions League e incluso a la 3ª posición.
No sufrió el cuadro del Cholo Simeone en ninguna faceta del encuentro. Evidenció su superioridad desde los primeros compases del choque y el cuadro 'che' también puso su granito de arena, ya que apenas puso en apuros a un Oblak casi inédito.
No tenía tiempo que perder el Atleti y las primeras ocasiones comenzaron a llegar. Eso sí, quizás le faltó un poco de acierto, aunque el camino al gol estaba claro. Así, a los 16 minutos de juego, Griezmann tuvo en sus botas el 1-0 con un remate a bocajarro, pero Mamardashvili sacó a relucir sus grandes dotes bajo los palos y evitó el gol.
El Atlético fue un monólogo durante toda la primera parte. Jugaba y no dejaba jugar al Valencia, que no remató entre los tres palos en toda la primera mitad. Sin embargo, el gol seguía sin llegar. No obstante, y cuando más pausado pareció estar el conjunto local, este encontró su premio.
Fue en el tiempo añadido de la primera mitad y por mediación de Samuel Lino, que aprovechó el suculento pase de Griezmann desde su propio campo y penetró en el área para batir a Mamardashvili y colocar el 1-0 en el marcador cuando todo ya estaba avocado al empate sin goles en el descanso.
El Valencia comenzó los segundos 45 minutos con algo más de intensidad y con la intención de maquillar un poco su imagen tras su mala primera parte. Probó fortuna Javi Guerra desde la frontal, pero Oblak despejó a sin problemas.
Seguía acercándose el Atlético al arco rival. Se veía muy cómodos a los pupilos del Cholo, que estaban disfrutando del partido y que buscaron con ahínco el segundo en el marcador. El 2-0 pudo llegar por mediación de Savic, pero su cabezazo fue repelido por el meta rival en lo que fue un auténtico paradón.
No obstante, en el 57', los rojiblancos iban a poner tierra de por medio. Abrió Barrios para Molina, que la bajó muy bien y la puso templada al área chica para la cabeza de Memphis, que empujó el esférico al fondo de la red y colocó el 2-0 en el marcador en un choque que ya estaba comenzando a teñirse de rojo y blanco.
Movió el banquillo el Cholo Simeone y metió a hombres de refresco. Los deberes ya estaban hechos, pero no debía relajarse lo más mínimo si no quería llevarse una de esas sorpresas a las que le Atleti, para su infortunio, está acostumbrado.
No sucedió esta vez y el conjunto 'colchonero' se encargó de amarrar su ventaja. Mientras tanto, el Valencia buscaba un gol que les metiese en el partido y que, a su vez, desestabilizase y echase por la borda todo el trabajo de su rival. Hubo más llegadas del cuadro 'che', sí, pero ninguna de ellas con la precisión y peligro necesario para soñar con el gol.
Fue en el minuto 76 cuando, tras una caída de Molina en el área, propiciada por una llegada desde atrás de Gayà, De Burgos Bengoetxea decretó la pena máxima. Eso sí, el VAR le alertó y el colegiado acudió al monitor, rectificando su decisión y comprobando que el capitán valencianista había tocado primero el balón antes que el pie del argentino.
Se volcó el Valencia en el área rival, pero los de Baraja siguieron muy espesos en ataque. El partido ya estaba visto para sentencia y De Burgos puso fin a un duelo que sacó grandes sonrisas a los rojiblancos, que volvieron a brindar una gran actuación a su público y regresaron a la zona Champions. El Cholo y su banda ya mira hacia su próximo reto.