El Paris Saint-Germain quedó a un paso del bicampeonato de la Ligue 1. Por la victoria del Lens sobre el Lorient, los hombres de Christophe Galtier salieron al campo del Auxerre con la noticia de que no podían salir campeones, pero eso no tardará en suceder.
Con un inicio furioso, los parisinos abrieron la contienda en un abrir y cerrar de ojos. Fue Kylian Mbappé, que quedó a 2 unidades de convertirse en el máximo goleador francés en una sola temporada, en manos de Just Fontaine en la temporada 1957-58.
Mbappé se levantó con ganas
Una de las estrellas del PSG salió decidido a llevarse el partido. Cuando los equipos se estaban midiendo, Kylian, en 2 minutos, firmó su doblete para encarrilar un nuevo triunfo parisino.
El 1º de ellos fue gracias a una excelsa jugada de todos sus jugones. Tras un aluvión de toques, el cuero le quedó a Fabián y este vio al francés solo entre la zaga central.
Mbappé recibió, levantó la cabeza y, sin compañía, se decidió a pasearse con el balón dentro del área. En el momento justo, sacó un delicado remate a la escuadra izquierda del meta del Auxerre para el 0-1.
2 minutos después, el mismo autor del primer tanto del PSG firmó el 2º. Fabián recuperó el cuero y se la cedió a Leo Messi. El argentino, que vio a Ekitike y a Mbappé mejor posicionados, la pasó al medio y el '7' sacó un latigazo desde la frontal, imposible para Ionut Radu.
El fantasma del empate se paseó por el Abbé Deschamps
De no haber sido por Donnarumma, el PSG pudo haberse marchado del campo del Auxerre con un empate en el bolsillo. Con varias atajadas providenciales, el italiano fue otro de los motivos por el cual el líder sigue siendo más líder que nunca.
A pesar de no haber podido evitar el tanto de Sinayoko, con la segunda parte recién empezada, el ex del Milan se mantuvo firme bajo palos. El delantero del cuadro local, que aprovechó la mala colocación de la defensa parisina, sacó un remate centrado, pero por culpa de un desvío acabó anotando el tanto del descuento en el 51'.
Aun así, el Auxerre lo siguió intentando y siempre se encontraba con el mismo sujeto: un tal Donnarumma. El italiano descolgó centros, se estiró en varias oportunidades y hasta salvó, con una mano providencial, un remate de Hein que iba con destino de gol.
Messi, ausente; el bicampeonato, presente
Con la mente más en otro sitio, Leo Messi nunca volvió a ser el mismo después del viaje a Arabia Saudí. El argentino, que fue titular, no pudo sentirse cómodo en todo el trámite del partido.
Un par de destellos y de pases filtrados alcanzaron para hacer mover los hilos del PSG. Pero todo saben cómo es el ex del Barcelona: siempre se marcha de los encuentros con un sabor amargo si no se siente importante dentro del juego del equipo.
Con la victoria de los hombres de Galtier, los parisinos están a un punto de alzarse con el bicampeonato de la Ligue 1. Tendría que ocurrir una catástrofe para que el PSG no lograra alzarse con el título liguero. La mente ahora está en Estrasburgo, su próxima víctima.