El Barcelona es el mejor equipo de Europa. Así lo atesora el palmarés reciente y así lo atesora esta Champions League. El conjunto azulgrana vuelve a estar en unas semifinales de Champions, territorio de sobra conocido para las de Giráldez.
El 1-2 a favor en la ida fue un espejismo, igual que el resultado que se vivió este jueves en el Johan Cruyff. El Barcelona fue muy superior a un Brann que tuvo en Mikelsen a la mejor jugadora de toda la eliminatoria.
Una tras otra fueron llegando las ocasiones en el área del Brann. Resistió el cuadro noruego hasta la extenuación. Con una Graham Hansen motivada ante sus compatriotas, con una Alexia con ganas de recuperar su mejor nivel, fue Aitana Bonmatí la que terminó por derribar el muro.
Fue un asedio desde el primer minuto. En los primeros 5, el Barcelona ya llevaba 5 saques de esquina con su correspondiente peligro. Pero el Barcelona, al igual que en la ida, no tuvo demasiada puntería.
Tuvo que ser la ganadora del último Balón de Oro, Aitana Bonmatí, la que pusiese el primer gol en el marcador. En una recuperación en campo contrario, como fueron el 70% de las ocasiones, Brugts encontró a la centrocampista para, con un recorte, poner el balón a donde ya no pudo llegar Mikelsen.
Un Brann valiente
El gol pareció apaciguar al Barcelona y despertar al Brann. No se iba a dar por rendido el cuadro noruego, que adelantó líneas, puso una presión más alta y comenzó a generar peligro en la portería de Cata Coll.
Sin embargo, este Barcelona es mucho Barcelona. El equipo de Jonatan Giráldez, pese a lo corto del marcador, siempre se mostró seguro. Tuvo, eso sí, algo de suerte con el segundo de los goles. Una nueva internada de Graham Hansen, sin gol pero siendo la mejor de las azulgranas, acabó en un doble rebote que remachó Rölfo en línea de gol para dar respiro a la grada azulgrana.
Eso sí, la ventaja no duró mucho. En una de las pocas jugadas en la que la defensa del Barcelona estaba ensimismada, el Brann lo aprovechó para recortar distancia por medio de Svendheim y dar algo de emoción al final.
Pero todo fue en balde. Entraron las titulares que no lo fueron como Patri Guijarro o Salma Paralluelo y el partido cambió de nuevo. Con la centrocampista hubo más control para dejar fuera los miedos. Para sentenciar, de nuevo apareció Graham Hansen, de nuevo se marchó por línea de fondo y de nuevo puso el centro atrás. Disparó mal Aitana, pero de nuevo en línea de gol apareció otra compañera, en esta ocasión una Guijarro que se ha destapado como goleadora en esta edición de la Champions.
El Barcelona, de esta forma, firma una nueva semifinal de la Champions League, la séptima en ocho años, y reeditará la eliminatoria contra el Chelsea del pasado año.