El partido más complicado de todo lo que llevamos de Liga F para el Barcelona Femenino se lo ha disputado la Real Sociedad de Natalia Arroyo, esa que ya es conocida por ofrecer una fortaleza ofensiva descomunal y cerrar muy bien filas atrás para hacer de su portería un fortín.
Y pese a la condición de líder de las azulgranas, un todopoderoso Barça acostumbrado a golear con facilidad a sus rivales, este sábado en la undécima jornada disputada en el Johan Cruyff la historia fue bien diferente.
Porque la Real consiguió encontrarle el talón de Aquiles al cuadro de Jonatan Giráldez, que apostó por jugadoras como Asisat Oshoala, Claudia Pina, Salma Paralluelo y Nuria Rábano de inicio, pero en el descanso tuvo que regresar a sus habituales Geyse, Mariona Caldentey, Ana-Maria Crnogorcevic y Fridolina Rolfö para que intentaran sacarle las castañas del fuego, ya que al ecuador del partido llegamos con las 'txuri-urdin' por encima en el marcador.
Se notó el trabajo previo del cuerpo técnico liderado por Natalia Arroyo antes del partido, estudiando al detalle cada punto fuerte de un Barcelona que tampoco es que jugara su mejor partido del curso, más bien el peor, pero que se vio sorprendido por un planteamiento extraordinario de una Real que vuelve a ser, otra temporada más, candidata a uno de los cotizados puestos de Champions League.
Gozó de varias ocasiones claras el cuadro 'culé' en los primeros 45 minutos, pero Oshoala volvió a fallar lo impensable, desquiciando a una afición azulgrana que últimamente no anda nada contenta con el rendimiento de la delantera nigeriana.
Rompía líneas con una facilidad abrumadora la Real, pillando a la defensa del Barça descolocada. Y tanto se repitió la historia, tras una parada salvadora de Sandra Paños, que, finalmente, los tres palos 'culés' terminaron sucumbiendo al partidazo que estaban firmando las visitantes.
A solo de un minuto para el final de la primera mitad, Jade Le Guilly se apoderó del cuero totalmente sola por el costado derecho, se metió en área rival por el balcón del área y superó a la guardameta azulgrana con el primer tanto del encuentro.
Cuatro cambios para volver a lo habitual y recomponer al equipo
Con este paranorama llegamos al descanso, dando paso a una segunda mitad completamente diferente para las catalanas con los cuatro cambios planteados por Giráldez. Y en el 62', llegó el gol del empate. Con polémica subió el tanto de Marta Torrejón al luminoso, ya que la Real se quejó por un posible fuera de juego de la capitana azulgrana, pero la colegiada Elia María Martínez Martínez dio por bueno el tanto.
En el 74', el técnico 'culé' finalizó su regreso al once habitual con la entrada al partido de Lucy Bronze, en lugar de Laia Codina, y, en este punto, el encuentro se tornó en una auténtica locura. El balón corría de una punta a otra del terreno de juego, con ocasiones de gol para ambos conjuntos y los banquillos inmersos en un nerviosismo desesperante, a sabiendas de que cualquier equipo podía llevarse los tres puntos en cuestión de segundo.
A puntito estuvo de conseguirlo la Real Sociedad en el 80, tras una salida desastrosa de Sandra Paños, pero bajo palos apareció una Mapi León salvadora para sacar con la cabeza el gol cantado de Mirari Uria. Y de testarazo salvador a testarazo goleador. Porque en el 89' Lucy Bronze se convirtió en la autora del gol de la más que sufrida victoria 'culé' al imponerse en el salto a sus rivales y cabecear al fondo de la portería de Adriana Nanclares el tanto de la victoria por 2-1.
Un inmerecido resultado para una Real Sociedad -quinta con 19 puntos- que mereció, al menos, un punto, y una agónica victoria para un Barcelona -líder con 33 puntos- que supo recomponerse y que, a veces, también necesita este tipo de partidos complicados en la competición doméstica para no verse sorprendido en Europa por equipos que ya conocen cuáles son sus puntos débiles.