El Barça ha sacado la manita bien alta. Y es que el cuadro azulgrana, todavía con la herida profunda de Mónaco en su estreno en la nueva Champions, se desquitó de esa derrota en El Principado con una goleada al Young Boys, al que le endosó un contundente 5-0.
El equipo de Hansi Flick realizó un partido prácticamente perfecto, con Lewandowski afinando todavía más su puntería y con el regreso de un viejo conocido, Frenkie de Jong, que llevaba más de 5 meses en el dique seco por culpa del tobillo. También volvió por primera vez a su casa Ansu Fati, que llevaba 1 año y 1 mes sin jugar en el recinto azulgrana.
Empiezan a llegar las buenas noticias en 'Can Barça', que afrontará un difícil mes de octubre con 2 partidos señalados en rojo: 23 de octubre contra el Bayern y 26 de octubre frente al Real Madrid. 2 encuentros que medirán el nivel del conjunto azulgrana. En cuanto al Young Boys, el cuadro suizo asumió su papel y se vio muy superado, aunque fue capaz de rematar al palo y sufrió la anulación de un gol.
Dominio abrumador
El Barça, consciente de que tenía que arreglar el estropicio de Mónaco, salió al campo como alma que lleva el diablo. El conjunto 'culé' se hizo con la pelota nada más arrancar el partido y obligó al Young Boys a tener que echar el cerrojo para evitar el más mínimo espacio. El equipo suizo usó sus armas para intentar contener a un rival que tardó muy poco en adelantarse.
Tras un primer intento de Lamine, Lewandowski, en la primera acción clara para los azulgranas, remachó a la red un gran pase de Raphinha. Cubarsí inició una magnífica jugada combinativa en la que participaron el propio Raphinha, Casadó, Ferrán y Lamine Yamal. Este último fue el que buscó al brasileño, que cruzó al segundo palo para que el polaco anotase su tanto número 95 en Champions.
A raíz del 1-0, al conjunto de Hansi Flick le costó algo más el penetrar los dominios del Young Boys. Los pupilos de Patrick Rahmen se juntaron más si cabe para evitar cualquier fuga de agua. Los helvéticos resistieron bien e incluso se dejaron ver por el área de Iñaki Peña. El guardameta vio cómo un centro desde la izquierda fue a parar a Colley, cuyo remate, que desvió Íñigo Martínez, se marchó cerca del poste.
El Barça, pese al susto, replicó de manera inmediata con el segundo de la noche. En el 36', Lamine sacó rápido un córner y la pelota le llegó a Pedri que, con un recurso, se quitó a su marcador para enganchar el disparo. El cuero quedó muerto y Raphinha, de primeras, fusiló con la zurda a Keller. Apenas hubo tiempo para pestañear porque 2 minutos después llegó el tercero. Falta botada por Pedri y testarazo inapelable de Íñigo Martínez, que estrenó su casillero anotador con el equipo azulgrana. Hacía más de un año y medio que anotaba en un partido el de Ondárroa.
El equipo de Hansi Flick estaba muy enchufado y buscó uno más antes del descanso. Ferran se topó con el guardameta, que le achicó bien en su área, Lewandowski reclamó un penalti de Camara que quedó en nada y a Lamine se le fue el balón justo cuando se plantó solo ante Keller.
Noche de regresos
Tras la reanudación, el Barça, consciente de la importancia de los goles en esta Champions, sincronizó su reloj y amplió la ventaja. Fue a los 51 minutos cuando Lewandowski, en boca de gol, aprovechó un cabezazo en plancha de Íñigo Martínez para, entre la testa y la rodilla, hacer el cuarto.
El conjunto de Flick tenía el partido a su merced y muchos ya se preguntaban cuántos le iban a caer al Young Boys. El equipo suizo, al que su técnico le dio varios retoques, dio un aviso a los azulgranas con un tiro a la madera de Monteiro. El helvético le tiró un recorte a Íñigo Martínez y la pelota impactó en el travesaño.
Si al inicio del segundo acto se le notó con ganas de más, el Barça, ya bien avanzado el encuentro, bajó claramente el ritmo. El barcelonismo estaba más centrado en los regresos de Ansu Fati, que volvió a jugar en casa 13 meses después, y de Frenkie de Jong, aquejado de un problema de tobillo que le dejó más de 5 meses fuera de la circulación.
Los dos acaparon todas las miradas y eso lo intentó aprovechar el Young Boys para maquillar el resultado. El cuadro suizo, que se dejó ver por campo contrario en más de una ocasión, vio cómo, en pleno afán por marcar, se encontró con un gol en propia puerta. Camara metió la pierna en un centro de Balde y le dio la 'manita' al Barça.
Ya en la recta final, los helvéticos lograron momentáneamente lo que estaban buscando gracias a Monteiro. El extremo se quedó solo ante Iñaki Peña y lo batió con un tiro raso, pero finalmente fue invalidado por un fuera de juego milimétrico. Raphinha casi cerró la noche con el sexto e Iñaki Peña evitó una opción de Donvoula.
Primeros 3 puntos para el Barça, que trata de reconciliarse con la Champions. Su próxima parada será el Bayern de Múnich, un hueso duro de roer. Por su parte, el Young Boys, sin puntos en su casillero, se las verá con el Inter.