Después del batacazo en Copa ante el Alavés, el Betis, que llevaba 5 partidos seguidos sin ganar en liga, por fin acabó de una vez por todas con su mala racha con una victoria 'made in' Isco Alarcón. El de Arroyo de la Miel fabricó una jugada que acabó siendo el gol de un triunfo más que vital para los de Pellegrini, que ya están de nuevo al acecho de los puestos europeos.
El conjunto verdiblanco, que fue de menos a más en el encuentro, encontró el camino que andaba buscando frente a un Granada que se encomendó a la figura de Batalla, que sostuto a su equipo con tres paradas providenciales hasta que apareció el mago malacitano. Los nazaríes, a los que le anularon dos goles, continúan anclados en una zona más que peligrosa porque es la que te lleva directo a Segunda División.
Poco peligro
Ya desde el inicio el Granada se mostró muy aguerrido, con ganas de plantarle cara al equipo de Manuel Pellegrini. El cuadro nazarí se dejó ver en los primeros compases e incluso metió un gol que no subió al marcador, pero poco a poco se fue diluyendo tras la entrada de Assane Diao. Pero antes de llegar a la puesta en escena del atacante, los del 'Cacique' Medina metieron el miedo en el cuerpo al Betis.
A los 4 minutos, Rui Silva fue a despejar un balón centrado por Bryan Zaragoza desde la derecha y dejó el cuero franco para Boyé, que remató y que vio cómo desvió Uzuni con el cuerpo para hacer el 0-1. Sin embargo, el árbitro invalidó el tanto por fuera de juego del albanés, ya que el ariete estaba por delante del portero y solo tenía un defensa por detrás.
Tras ese aviso y con Gonzalo Villar llevando la manija el encuentro, Ayoze decidió intervenir en un par de acciones que terminaron con el tinerfeño fuera del partido. Bruno Méndez, cuando el '10' ya le había ganado una carrera, le cazó por detrás y le lesionó el tobillo. Un contratiempo para el equipo verdiblanco, que con la entrada de Assane Diao consiguió espabilar.
El extremo le aportó una mayor presencia en ataque a los de Pellegrini, que acecharon el área de un Batalla que solo tuvo que intervenir en un remate del propio Diao. El nacido en Senegal recibió un buen balón tras un gran movimiento de un eléctrico Luiz Enrique y sacó un disparo centrado que rechazó el guardameta.
A partir de ese momento, las llegadas eran habituales por parte del bando local pero sin ningún atisbo de que se moviese el marcador. Hubo que esperar ya a bien entrada la segunda mitad para que entrase a escena el único gol del encuentro.
Isco decide la batalla
Tras la reanudación, el Betis continuó con su cruzada con las lesiones. Ruibal trató de evitar un centro de un rival y tuvo que pedir el cambio, lo que terminó descolocando a Pellegrini y a todo el beticismo. Fue el momento de Pablo Busto, que debutó con el primer equipo debido a ese contratiempo.
Pese a ese momento complicado, los verdiblancos se rehicieron y estuvieron rondando el área defendida por Batalla, que salvó a su equipo con un vuelo a mano cambiada a chut de Marc Roca y una manopla abajo a tiro de Isco. El de Arroyo de la Miel había perdido ese batalla con el cancerbero, pero a la siguiente le venció para llevarse el choque.
El mediocentro sacó un córner en corto hacia Fekir, que le devolvió la pelota. El '22' tiró de ingenio y buscó en el área a Marc Roca, que aprovechó la pasividad visitante para meterle un buen balón a su compañero, que le pegó sin pensárselo dos veces a puerta. La fortuna le sonrió porque desvió Arezo y le pasó por debajo de las piernas a Batalla. 1-0 y todo casi visto para sentencia.
Sin embargo, el Granada empató poco después por mediación del propio Arezo, que se plantó solo ante Rui Silva, pero el árbitro invalidó el tanto por un fuera de juego milimétrico. Todo el Villamarín lo celebró como si de un triunfo se tratase y finalmente los verdiblancos amarraron una victoria que les ayuda a olvidar fantasmas.