Sevilla esconde belleza y arte por todos sus rincones. Fe e ilusión la que nueve su Semana Santa. Dos conceptos que se trasladan el mundo del fútbol. El Betis creyó, se ilusionó y trabajó para conseguir los tres puntos. En frente estuvo un competitivo Real Madrid, que no se lo puso nada fácil y que tampoco se pudo llevar la alegría de ser el primer conjunto que rompe el fortín del Benito Villamarín con una victoria.
Los primeros compases del encuentro dejaron a un conjunto verdiblanco que quiso crear peligro a través de largas posesiones de la pelota. No obstante, el conjunto de Carlo Ancelotti se fue animando y comenzó a entrar en el partido con grandes superioridades en ataque.
Sin duda, Rodrygo fue la principal arma ofensiva para los blancos. Rápido, vertical y ágil por la izquierda, donde tuvo su particular batalla con Ruibal. Tanto, que en el minuto 9 de partido reclamó con insistencia un penalti tras caer en el área en su pugna con el '24'. Pese a ello, Soto Grado no estimó que el contacto fuese suficiente para señalar la pena máxima.
No se encontró el Betis, que fue dejando dudas e incluso se puso por debajo en el marcador con un gol de Brahim que no subió al marcador por fuera de juego del '11' en el inicio de la jugada. Siguió dominando el cuadro 'merengue' y solo Abde dejó muestras de peligro por parte del conjunto verdiblanco.
El choque entró en la recta final de la primera mitad, pero ahí todo dio un giro de 180 grados. El Betis se vino arriba y gozó de más oportunidades de gol. Lunin sacó un disparo de Ayoze que se fue envenenando tras tocar en Alaba, mientras que Willian José tuvo en sus botas el 1-0 con un chut ajustado que se perdió por milímetros por la izquierda de la meta defendida por el ucraniano.
La insistencia de uno y otro equipo quedó en nada y ambos cogieron el camino a los vestuarios con el resultado de gafas en el electrónico. Fue superior el Madrid, pero no pudo percutir la portería defendida por Rui Silva.
El mago inglés agitó su varita y Ruibal se sacó un misil
Los segundos 45 minutos arrancaron con el Betis queriendo ser el protagonista inicial. Pero, una vez más, el protagonista fue el de siempre. Si bien Jude Bellingham tampoco había aparecido demasiado en la primera mitad. Algo que no fue ningún problema para que el inglés firmase un auténtico golazo.
Inició el inglés la jugada, tocó con Brahim y este se la puso con una picadita por encima de la defensa. El '5' controló con el pecho y, con un sutil toque con el interior, batió a Rui Silva por debajo de sus piernas y colocó el 0-1 en el marcador en el minuto 53.
Fue un golpe a la moral del Betis este gol. Le costó en las transiciones defensivas al cuadro dirigido por Manuel Pellegrini e incluso pudieron recibir algún tanto más. Rodrygo se marcó un jugadón en solitario y, aunque se quedó sin ángulo, el brasileño se sacó un disparo ajustado que casi sorprende al meta portugués y se convierte en el 0-2.
No obstante, el fútbol es ese deporte que no deja indiferente a nadie y que siempre se guarda una sorpresa. Una en forma de misil a la escuadra de Ruibal, que se animó desde larga distancia y puso el empate en el marcador tras un verdadero golazo en el minuto 66 del choque.
El choque entró en sus minutos decisivos. Nervios, intensidad y tensión inundaron el Benito Villamarín a partir del 70'. Los dos conjuntos se esforzaron para conseguir la victoria, pero ninguno tuvo esa dosis de suerte y efectividad tan necesarias en esto del fútbol.
El Madrid, fruto de volcarse sobre la portería de Rui Silva para conseguir el triunfo, se dejó muchos huecos atrás, algo que, inteligentemente, pudo aprovechar el Betis. Assane Diao se durmió y Alaba replegó a las mil maravillas para cortar su disparo. Pese a ello, lo mejor aún estaba por llegar.
Isco, que cumplió, aunque sin destacar tanto como en otras ocasiones, conectó un cabezazo tras el centro de Luiz Henrique y la pelota se estrelló en el palo. Pudo responder Joselu, pero su remate escorado se perdió por línea de fondo.
Un final que pudo acabar de la forma más cruel para el Madrid, ya que, en la última jugada del partido, Chadi Riad se elevó por encima de su par, conectó con el esférico de cabeza, pero Lunin le sacó una mano crucial para evitar el 1-2.
Soto Grado indicó el final de un partido vibrante y con ocasiones, sobre todo, en la segunda mitad. Se deja dos puntos el conjunto blanco en un campo que, sin duda, está siendo un verdadero fortín este curso para los verdiblancos.