El Atlético sigue siendo el mismo Atlético que sufre heridas muy severas cuando compite en la Champions y también fuera de casa. Y esa herida nunca parece que vaya a suturar, lo que deja una 'pupa' muy dolorosa que nunca parece que vaya a borrarse de la piel. Pero es lo que hay y más después de haber firmado otro partido más que discreto a domicilio.
Lo de los rojiblancos fuera de casa está siendo de auténtico chiste -10ª derrota en 21 partidos- y más sabiendo que es el único capaz de pelear con Madrid y Barcelona por el título (con permiso del Girona). Lo de la Liga de Campeones es algo que está ahí, pero parece cada vez más lejos que el bautismo pueda producirse en algún momento.
Y más si cabe después de un rácano planteamiento, el enésimo que hace Simeone para defender una renta que solo era de 2-1. Con el pitido inicial, el Cholo mandó a sus huestes a replegarse mientras las tropas del Borussia avanzaron en busca de los goles. Dicho y hecho. Los 'negriamarillos' se pusieron en un santiamén 2-0 arriba y lo tuvieron en la mano hasta que ellos quisieron. Y es que Hummels se encargó de darle vida a los 'colchoneros' con un gol en propia puerta al igual que Correa, que puso por delante al Atleti en la eliminatoria. Sin embargo, Sabitzer, con un centro medido a la cabeza de Füllkrug y un golazo, acabó poniendo la rúbrica a otra noche para olvidar de los rojiblancos en Europa.
El Atleti se deja intimidar
Como todo el mundo preveía, el Cholo Simeone, fiel a su estilo, aleccionó a los suyos de que tenían que estar todos juntitos desde el pitido inicial. La imagen que predominaba en el césped era a todo el Atlético defendiendo en su propio campo ante un Borussia al que poco le importó tener la posesión de la pelota. Los aurinegros sabían que era lo que tocaba y que ese era el camino para llegar a la portería de Oblak.
De hecho, Sabitzer tuvo la primera ocasión de los locales a los 4 minutos. Contragolpe fulgurante de los germanos que terminó con un centro de Adeyemi para el '20', que controló dentro del área y que se topó con un Azpilicueta que se tiró al suelo en modo salvador para taponar el disparo. Ahí estuvo el 1-0 y pocos segundos después casi llegó el 0-1.
Un pelotazo de Witsel lo peinó Griezmann para dejar solo a Morata. El madrileño subió la velocidad y se plantó solo ante Kobel para errar en la definición. El ariete buscó la picadita y el cuero lo mandó cerca del palo izquierdo. La cara de Simeone en el banquillo lo decía todo.
Tras ese inicio trepidante, el ritmo se calmó durante unos instantes y ya sí que sí los de Terzic tuvieron a merced a un Atleti que estaba encerrado. Tras un aviso de Brandt y otro de Adeyemi, un pase con el exterior de Hummels para Brandt, que estaba ubicado entre una maraña de rivales, acabó en el 1-0. El mediapunta controló, se abrió rápido hacia su izquierda y chutó con la zurda para batir a un Oblak que estuvo muy blandito.
Ese gol espoleó a un Borussia que tardó 5 minutos en ampliar su ventaja y en ponerse por delante en la eliminatoria. Sabitzer tuvo todo el tiempo del mundo para bajar una pelota que cedió a Maatsen y este se metió hasta dentro para cruzarla y desatar la locura en la grada. Lo que estaba pasando era el fiel reflejo del papel rojiblanco lejos del Metropolitano.
Entre la vida y la muerte
El Atlético, tocado anímicamente, estaba caminando entre la vida y la muerte. Los peores fantasmas volvieron a aparecer, pero Hummels se empeñó en quitarlos por decisión propia. Y es que el defensor, en un saque de esquina, desvió un cabezazo de Mario Hermoso y metió la pelota en su portería.
Los 'colchoneros', casi sin quererlo, volvieron a estar rondando por el mundo de los vivos y todo ello gracias al zaguero del Borussia. Ese gol fue lo que necesitó el equipo de Simeone para meterle el miedo en el cuerpo a su rival y empatar la contienda. Correa, que hizo en muy poco tiempo más que Morata en toda la primera parte, cazó un rechace en el área y al segundo intento mandó el balón a la red.
El Atlético había logrado igualar esto y ponerse por delante en la eliminatoria, pero la alegría le duró poco porque repitió de nuevo los errores que siempre le han llevado a naufragar en estadios ajenos. El equipo dio otra vez varios pasos para atrás y eso fue su condena, ya que tiró por tierra todo en 3 minutos.
Minutos mágicos de Sabitzer, que frotó la lámpara con una asistencia y un gol para meter en semifinales al Borussia. Centro perfecto del austriaco al área y testarazo imperial de Füllkrug ante las narices de Giménez para hacer el 3-2. No hubo tiempo ni para pestañear cuando el '20' capturó una pelota en la frontal y engañó a Koke para luego cruzarla al lado izquierdo de la portería de Oblak.
Absoluta locura lo que ocurrió en esos precisos instantes en Dortmund, tras pasar del 2-2 al 4-2 en un visto y no visto. Los de Terzic ya habían hecho lo más difícil y los 'colchoneros' no mostraron ningún atisbo de arreglar el estropicio. De hecho, Oblak tuvo que intervenir en dos ocasiones, una a tiro de Füllkrug y a otra de Sabitzer, para evitar un resultado mayor.
El Atleti volvió a mostrarle al mundo por qué es el 'Pupas' y el Borussia se encargó de firmar la sorpresa para citarse en semifinales con el PSG. Ya pasó en Bruselas en la final perdida del 74 ante el Bayern, ya pasó en las dos finales contra el Madrid.. Y ahora hay que sumar una nueva noche para olvidar: la de Dortmund. La condena continúa.