El Everton confirmó su mejoría con su segundo triunfo consecutivo, que le aleja siete puntos de la zona de descenso, gracias a un penalti polémico señalado desde el VAR que aprovechó Ndiaye para prolongar la mala dinámica del Brighton como local (0-1).
Desde el 9 de noviembre no gana el Brighton en el Amex Stadium. El día que tumbó al Manchester City de Pep Guardiola fue el último que dio una alegría a sus aficionados. Todo lo que gana fuera, lo deja escapar en su estadio. De conquistar Old Trafford a un ejercicio de impotencia dominando al Everton pero sin capacidad para marcar.
Asumió siempre el peso del partido, con su lateral zurdo Lamptey imponiendo su velocidad en el arranque. Perdonó tras irse en velocidad a los cuatro minutos, antes de que lo hiciera Joao Pedro con un remate de cabeza arriba. No había noticias del Everton, que además perdía por una lesión muscular a su punta, Carlvert-Lewin.
Sin ideas, se limitó a defender el conjunto londinense y esperar su momento. Una falta de entendimiento de Baleba con su portero, que a punto estuvo de acabar con el balón dentro de su portería tras saltar el defensa y dejar pasar el balón Verbruggen, aumentó la confianza del Everton para salir de su cueva.
Y a cuatro minutos del descanso acabó encontrando un premio casi inesperado. En una rápida acción con disputa en carrera de Veltman con Doucouré, el defensa cayó hacia adelante e impactó levemente el balón con una mano sin que el colegiado interpretase falta del atacante. Con la colaboración del VAR, se señaló penalti y lo aprovechó Ndiaye con la diestra.
Dio paso al intento continuo de la búsqueda del gol sin premio del Brighton, volcado en la segunda parte, asediando al Everton con ataques por las dos bandas y continuos saques de esquina. Mitoma brilló, pero no encontró el gol con un disparo cruzado. Pickford lo evitó con una mano arriba al remate en semifallo de Joao Pedro y Rutter acarició la escuadra.
Con el Everton encerrado con dos líneas juntas en su terreno, renunciando a atacar y defendiendo el resultado, el Brighton luchó hasta el final por un empate que no llegó. En el añadido, el defensa Tarkowski fue salvador ante Hinshelwood y Pickford se jugó el penalti en una mala salida con Van Hecke que el colegiado no interpretó como pena máxima.