En el fútbol hay que estar siempre decidido a ganar. Si esto lo intentamos aplicar a lo que sucedió en el Nuevo Mirandilla, ni Cádiz ni Sevilla mostraron una versión ganadora. Es cierto que los gaditanos se acercaron a ella con 2 goles en el primer tiempo, pero se vinieron abajo y dejaron que los hispalenses se metieran en el encuentro y lograsen empatar (2-2).
Emoción, goles y errores
El partido arrancó con mucho ritmo y una gran intensidad, algo que es característico de ambos conjuntos. El tema es que el Cádiz, que dejó hacer primero al Sevilla, tardó prácticamente 20 minutos en anotar 2 goles. Chris Ramos, que no pasa por su mejor momento tras el reciente fallecimiento de su abuelo, sacó fuerzas de donde no las hay para abrir el marcador.
A los 8 minutos, Lukebakio cometió una pérdida irreparable en zona comprometida y Roger lo aprovechó para meter un pase al espacio a Chris Ramos, que superó con suma tranquilidad a Nyland. El delantero se acordó al instante de su abuelo, la persona que le hizo ser del Cádiz. Normal que no pudiese contener la emoción al recordarlo y dedicarle su tanto.
Ya hubo que esperar al 28' para ver el 2-0. Nuevo error del Sevilla atrás -el segundo- y otro gol de los amarillos. Mala entrega de Sergio Ramos a Soumaré, Roger levantó de nuevo la cabeza y asistió a Darwin Machís, que fusiló al portero para continuar con la fiesta en el Nuevo Mirandilla.
El Sevilla estaba en la lona y Sergio Ramos casi lo levantó con un golazo, pero el árbitro invalidó el chicharro del sevillano por fuera de juego de Ocampos, quien tapó la visión de Ledesma. Fue precisamente el propio futbolista argentino el que terminó por revitalizar a los rojiblancos.
Centro con música de Juanlu desde la derecha y gran testarazo del atacante, que estableció el 2-1. Ese tanto le dio alas a los hispalenses, que estuvieron una mayor presencia en campo contrario. Eso sí, el marcador no se movió y los dos se marcharon al descanso con ganas de seguir una batalla que dejó 7 amarillas en el primer acto.
Revitalización completa
Tras la reanudación, el Cádiz salió mejor que el Sevilla y estuvo cerca de poder anotar el 3-1. Nyland tuvo que hacer gigante bajo palos con dos buenas intervenciones, una a disparo Roger -sacó un pie milagroso- y otra a remate de Chris Ramos. Diego Alonso no lo veía nada claro y metió a En-Nesyri y Óliver Torres. El técnico uruguayo apostó por jugar con dos delanteros -estaba Mariano-, pero no le valió de nada.
Tuvo que ser un miembro de la vieja guardia el encargado de hacer el 2-2 en el marcador. Sergio Ramos fue a pelear un balón en el área gaditana, despejó Javi Hernández y Rakitic, con un toque sutil, puso la pelota en la escuadra derecha de la portería defendida por Ledesma.
El Cádiz no se había decidido a ganar el partido y se vio con un empate impensable si nos remontamos a lo que ocurrió en la primera parte. Ambos banquillos se movieron en varias ocasiones buscando frescura, pero ninguno de los dos entrenadores dieron con la tecla.
Ya en el añadido, Óliver Torres perdonó una buena ocasión ante Ledesma, que podría haber sido el tercero para los rojiblancos. Reparto de puntos para dos equipos que no terminan de solventar sus respectivas malas rachas. Ambos están en la parte baja con 10 puntos y continúan sin saborear una victoria desde hace varias jornadas.