La recta final de temporada está siendo durísima. Muchos equipos con sus objetivos en juego cada semana y dejándose la piel a 90 minutos. Algo así hicieron Celta y Girona en Balaídos, aunque ninguno de los dos pudo sumar los 3 puntos. No obstante, se pudo ver a un conjunto vigués sin complejos y sin temor ante un el cuadro gerundense, que nos tiene acostumbrados a grandes actuaciones este año.
El Celta comenzó dominando en los primeros compases del encuentro. Esperó su momento atrás y salió al contragolpe de forma vertiginosa. No obstante, las ocasiones brillaron por su ausencia, al menos, en los primeros minutos.
Al Girona le costó, eso fue una realidad. El conjunto dirigido por Michel no supo qué hacer en los metros finales y, casi siempre, acabó perdiendo la pelota y dando opción a su rival de un nuevo contraataque.
La primera mitad apenas dejó ocasiones, pero tuvo un inesperado regalo para el espectador en los instantes finales. Fue en el minuto 42 cuando el Celta se puso por delante por mediación de Carles Pérez.
Creyó hasta el final Javi Galán, que le birló la cartera a Tsygankov y encaró al área. El pacense recortó al ucraniano y le dejó un pase al borde del área para Carles Pérez. Este le pegó de primeras y su chut fue desviado ligeramente por la zaga, desviando la trayectoria de la pelota y despistando a Gazzaniga para poner el 1-0 en el electrónico.
Los segundos 45 minutos mostraron a un Girona mucho más ambicioso y efectivo. Nada más comenzar, Arnau tuvo en sus botas una ocasión clarísima, pero su zapatazo desde la frontal se perdió por línea de fondo.
Se fue animando cada vez más el conjunto de Michel hasta que, en el minuto 55, Mateu Lahoz decretó la pena máxima a favor de los visitantes. Recortó Tsygankov a Javi Galán y el ucraniano se fue al suelo tras un ligero toque. Stuani se encargó de lanzarlo, pero Iván Villar sacó una prodigiosa mano abajo.
Sin embargo, no sirvió para nada, ya que se mandó repetir el lanzamiento desde los 11 metros por la entrada en el área de Una Núñez antes del disparo. Esta vez sí, a la segunda, el delantero uruguayo puso el empate en el marcador con un disparo seco a la derecha del portero.
Fue tras este momento cuando el partido entró en una dinámica absolutamente disparatada. Idas y venidas por parte de los dos conjuntos y ocasiones de gol sin cesar.
Larsen se sacó un trallazo cruzado, pero la pelota se fue desviada. Respondió Yangel Herrera en la otra área, pero su lanzamiento golpeó en el lateral de la red. El partido entró en sus últimos minutos y todo estaba por decidir.
La recta final coronó a Gazzaniga como el auténtico salvado del Girona. Detuve hasta 3 ocasiones claras para un Celta que se desesperó al ver que llegaba y llegaba, pero no conseguía mandar la pelota al fondo de la red.
Con el tiempo añadido ya cumplido, Iván Villa quiso dejar su huella en el partido. Y nunca mejor dicho, ya que en el 96' sacó a relucir una perfecta mano cambiada para desviar el chut a bocajarro de Joel Roca y seguir manteniendo así el empate en el electrónico.
Un punto para cada equipo que parece ser que sabe mejor al Celta, que llega a los 40 puntos y podría dar un gran paso en la lucha por la salvación. No tanto para un Girona que, si el Athletic vence, se distanciaría en 4 puntos de su sueño por entrar en Europa.