La Real Sociedad ya tiene los dos pies en semifinales. El cuadro donostiarra logró el pase ante el Celta, al que hace prácticamente 72 horas venció también en el campeonato nacional de liga. En esa ocasión, Brais decidió la contienda por la mínima con un 0-1 y ahora ha sido un 1-2, con un cuadro gallego que fue de menos a más durante el encuentro.
Mikel Oyarzabal apareció a los 70 segundos para abrir el marcador y luego fue Sheraldo Becker el encargado de ampliar la ventaja. El surinamés, en su debut como 'txuri-urdin', hizo un partido muy bueno y dio muestras de que puede aportarle mucho al equipo de Imanol Alguacil. El ex del Union Berlin fantaseó en todo momento, como en una carrera que le sirvió para definir a gol y celebrar como Spiderman. Luca de la Torre, en uno de los pocos despistes visitantes, dio alas a los locales con un gol en el añadido, pero no hubo tiempo para empatar.
Racanería máxima
Muy a pesar del señor Rafa Benítez, los Mikel, Merino y Oyarzabal, desmantelaron al Celta al minuto y 10 segundos. El conjunto gallego, que tenía la clara consigna de esperar a su rival con las líneas muy juntas, cometió un error imperdonable en un saque de banda. Tierney puso la pelota en el área, nadie dio en primera instancia y un central despejó hacia donde estaba Mikel Merino, que se sacó una volea prodigiosa que se convirtió en un centro para Oyarzabal. El delantero, prácticamente a puerta vacía, solo tuvo que rematar con la cabeza para hacer el 0-1.
Mazazo para los celestes, que ni siquiera fueron capaces de levantar la cabeza del suelo tras ese primer golpetazo de los de Imanol Alguacil. Los 'txuri-urdines' empezaron ganando el partido desde el vestuario y se limitaron a controlar el encuentro con la posesión. No había ningún atisbo de reacción por parte de local, mientras la Real también rondaba el área contraria buscando el segundo.
Mikel Merino estuvo cerca de su golito de no ser por Iván Villar. Otro despeje de un jugador del Celta le cayó al internacional español, que enganchó otra volea que obligó al guardameta a intervenir. Gran estirada del suplente de Guaita para evitar el 0-2, que pudo llegar también en la recta final del primer acto.
Un cabezazo de Elustondo, recién entrado por un Tierney que sufrió una lesión muscular, lo peinó Zubeldia al segundo palo y André Silva, en una posición inmejorable, no consiguió conectar un remate certero y el balón se marchó por encima de la portería. El cuadro gallego dio gracias porque se marchó al vestuario vivito y coleando. No hay nada que reseñar del equipo de Benítez, que no tiró a puerta en todo el primer tiempo y no tuvo la pelota más de 40 segundos en su poder.
El Spiderman de Donosti
Tras la reanudación, el Celta salió al campo con otra cara, con la firme intención de poner en serios problemas a una Real muy tranquila y serena en el primer tiempo. Se notó que los locales dieron una marcha más y que Benítez ya no parecía tan timorato como de costumbre. Por fin, el primer tiro a puerta llegó en el 50' en un disparo de Domínguez al segundo palo.
A pesar de que se dejó ver por el área donostiarra en varias ocasiones, el peligro no era real a diferencia de las de los pupilos de Imanol. Oyarzabal estuvo a nada de quedarse solo de no ser por Kevin, que evitó males mayores a su equipo. Los gallegos necesitaban agitar de nuevo el avispero para intentar empatar la contienda y fue entonces cuando entraron Mingueza e Iago Aspas.
Lo curioso es que en vez de llegar el 1-1 lo que entró a escena fue el 1-2. Contragolpe de la Real que inició Oyarzabal y que continuó Brais Méndez, que metió un pase en profundidad para la carrera de Becker. Sheraldo inició la galopada unos metros atrás de la medular y aprovechó la media salida de Iván Villar para definir con la derecha al palo izquierdo, donde sabía que no iba a llegar.
Inmejorable debut para el surinamés, que lanzó su primera telaraña con su nuevo equipo. No faltó su celebración como Spiderman, al que ya podemos ir considerando como el hombre araña de Donosti. El extremo pinta muy bien y puede ser de una gran utilidad para lo que está por venir.
A pesar del golpe que supuso el 0-2, el Celta no bajó los brazos y buscó la forma de meterse en el partido. Tras un intento de Swedberg que sacó Zubeldia, Luca de la Torre, ya en el 92', aprovechó un balón muerto en el área para cruzar ante Remiro (1-2). Quedaba poco tiempo para lograr el empate, pero los gallegos fueron con todo sin encontrar el premio del gol. Billete para los 'txuri-urdines' y despedida para los celestes.