Necesidades sin resolver

Duelo de necesidades en Balaídos entre Celta y Sevilla. Dos equipos que, a día de hoy, han pasado a ser rivales directos. Ambos con una mala dinámica en Liga, que se mantuvo tras la igualada a uno y agrandó así el número de partidos sin lograr la victoria para ambos.
No ha sentado bien el cambio de entrenador a los de Nervión. 5º encuentro consecutivo sin sumar los tres puntos, a días del partido ante el Arsenal y con el 'Gran Derbi' a la vuelta de la esquina. Todo un drama.
Fue mejor el conjunto dirigido por Rafa Benítez al comienzo del choque. Salió a morder y en el minuto 13 tuvo una gran ocasión. Larsen se marchó solo y se batió en el mano a mano ante Nyland. Sin embargo, el noruego apostó por picar la pelota ante su compatriota y esta se perdió por encima del travesaño.
Siguió acechando el Celta a su rival, aprovechando la retahíla de pérdidas del Sevilla, muy impreciso en los primeros compases del choque. Aspas tuvo varias en sus botas, pero el gafe del atacante con el gol siguió adelante. Ya son más de 7 meses los que lleva sin ver puerta. Eso sí, su partido de este año fue bastante completo, con continuos movimientos, oportunidades e incluso brindando una asistencia.
Fue en el 22' y tras un centro de categoría del '10' a balón Parado al segundo palo. Por allí apareció Starfelt, que le comió la tostada a su defensor y remató de forma contundente la pelota.
Trató de reponerse el Sevilla a este mazazo, pero sus ocasiones fueron aisladas. Le costó mucho al conjunto de Diego Alonso generar peligro y el Celta se encontró muy cómodo en todo momento sobre el terreno de juego. Pese a ello, los hispalenses se pudieron ir con el 1-1 en el marcador.
Diego Alonso movió el banquillo en busca de soluciones en la segunda mitad. Pero el Celta no estaba por la labor de tirar por la borda todo el trabajo que había conseguido hasta el momento y tuvo varias oportunidades para aumentar su ventaja. De hecho, los de Benítez no se sintieron incómodos pese al arreón del Sevilla, que quiso el empate.
Aspas fue el mejor de los vigueses en el campo. No dejó de intentarlo una y otra vez y fue el máximo exponente del Celta en ataque. Pese a ello, el 'Príncipe de la Bateas' no pudo romper su mala racha de cara a puerta.
Superada la hora de partido, llegó el momento clave del choque. Renato Tapia vio la segunda amarilla tras una entrada a destiempo y dejó a su equipo con un futbolista menos. Fue ahí cuando al Sevilla se le abrió el cielo y metió una marcha más en busca del 1-1.
Pese a ello, el Celta se armó de valor y, aprovechado los espacios, salió al contragolpe en busca de otro tanto. Así pues, en el minuto 72, los vigueses la tuvieron por partida doble. Primero fue Larsen, que se sacó un disparo de la nada y obligó a intervenir a Nyland. El rechace le quedó franco a Bamba, pero volvió a aparecer el meta noruego. Justo después, otra vez el '18', peinó un centro desde la derecha y la pelota se marchó desviada por milímetros.
Perdonó el Celta y, previo aviso de En-Nesyri con un cabezazo al palo, lo acabó pagando. El atacante marroquí recogió una pelota muerta en el área tras un rechace y mandó al fondo de la red el esférico para establecer el 1-1.
Se lo creyó el Sevilla y encerró a su rival en su campo propio. La estrategia estaba clara, meter centros al área y buscar los remates de sus delanteros, o bien, un rechace para los futbolistas que se incorporasen desde atrás. No obstante, y en una jugada aislada, el Celta pudo sentenciar el partido. Hernández Hernández decretó la pena máxima en un agarrón de Navas sobre Douvikas.
Sin embargo, y tras la oportuna revisión en el VAR, el colegiado rectificó su decisión para enfado de la afición local. Fue con este caldo de cultivo y con mucha tensión en el ambiente con la que se llegó al término del tiempo reglamentario.
Un empate que no alivia los males de ninguno de los dos equipos, que siguen sin vencer en Liga desde hace 7 y 5 partidos, respectivamente, y que prolongan una semana más su penitencia.