Una final. Así lo consideró Carvalhal en la previa y así se lo replicó Baraja. Sin duda, lo era más para un Valencia que sigue viviendo sobre el alambre en la lucha por la supervivencia.
Vaya si sobrevivió el cuadro 'che', que tiró de la cantera para hacerse con 3 puntos que no son 3, sino más. Una bocanada de aire fresco para Baraja.
Precisamente eso fue lo que le faltó a un Celta al que se le está haciendo larga la temporada. El cuadro de Carvalhal necesita que la Liga se acabe ya si no quiere verse condenado a sufrir en exceso.
Se notó desde el principio la urgencia 'che'. Al Valencia no le servía el empate, sino los tres puntos que consiguió gracias a la inconsciencia de la chavalería, a los canteranos, a un Marí que ya avisó una semana antes ante el Villarreal.
El cabezazo del delantero del Mestalla alegró el día a los 200 aficionados que se recorrieron media España para visitar Balaídos, y enmudeció a un estadio que empieza a ver viejos fantasmas.
El error de Cervi
Antes, el Valencia ya se había puesto por delante. Sin Javi Galán, Carvalhal apostó por Cervi en el lateral, y el argentino tuvo un grosero error. No fue capaz de despejar y dejó toda la banda a un Diego López que llegó hasta línea de fondo y encontró a Kluivert, titular ante la ausencia de Cavani y los problemas físicos de Hugo Duro, para reivindicarse.
El bajón del Celta en las últimas semanas es evidente. Se nota, especialmente, en un Gabri Veiga que ha maravillado, pero que está pasando por un 'momento valle', algo habitual y más en jóvenes promesas.
Tampoco anda fino un Iago Aspas al que se le ha mojado la pólvora. Pese a ello, sorprendió su cambio en la segunda mitad, pero a Carvalhal le salió bien la apuesta.
Juntó a dos '9' puro el técnico del Celta y, en un balón parado, encontró el premio. Seferovic, después de que perdonase en varias ocasiones el Valencia, puso el empate para lamentos valencianistas.
Finalmente, y con los cambios ya hechos, Alberto Marí encontró el hueco para cabecear y llevarse tres puntos, los más importantes de la temporada, en plena lucha por la salvación.