Lo justo para ganar
![El Bayern ganó en Escocia con lo justo. AFP](https://cdn.resfu.com/media/img_news/afp_fr_3527ce9cf235e70a3fddd3f8705dcdff26247afd.jpg?size=1000x&lossy=1)
El Bayern de Múnich cumplió en su visita a Glasgow y venció al Celtic, pero dejó la eliminatoria abierta para su definición en Alemania (1-2).
El equipo bávaro, obligado a jugar este 'play off' por una decepcionante actuación en la fase de grupos, pudo dejar el cruce sentenciado, con los goles de Michael Olise y Harry Kane, pero un tardío tanto de Daizen Maeda da vida al conjunto escocés, que está haciendo una gran Liga de Campeones.
Y así lo demostró, sin miedo, contra todo un Bayern, porque nada más comenzar el partido Nicolas Kuhn, un ex de la cantera del 'Gigante de Baviera', firmó un disparo desde la frontal que se tragó Manuel Neuer. Sin embargo, el gol fue anulado porque Adam Idah intervino al tapar la visión del portero alemán estando en fuera de juego.
Pese al bajón y al asentamiento del Bayern en el partido, los de Vincent Kompany necesitaron 45 minutos para adelantarse y fue gracias a una genialidad individual de Olise, que recibió un pase de 30 metros de Upamecano, se fue a trompicones de Taylor y clavó la pelota en una escuadra, imposible para Schmeichel.
Al tanto del galo le siguió el descanso y el gol nada más volver de Kane, que remató un córner inexplicablemente solo en el segundo palo. Nadie cubrió al delantero inglés, que solo tuvo que volear para lograr su séptimo tanto en esta Champions.
El partido y la eliminatoria parecían prácticamente decididos para los germanos, pero el Celtic se empeñó en darle una alegría a Celtic Park, que no veía un cruce de estas características en Liga de Campeones desde hacía 12 años.
En primera instancia, el cuadro escocés reclamó un penalti de Upamecano sobre Engels que el VAR no concedió tras una deliberación de varios minutos. Poco después, los locales descontaron cuando Maeda metió la cabeza a un centro-chut de Yang. Pese a que hubo revisión por posible fuera de juego, el templo de los 'Bhoys' pudo estallar de júbilo por un gol que les permitió soñar con el empate en los diez minutos finales.
No llegó, pero el Celtic va a Múnich con la sensación de que un milagro es posible.