Un lustro de letargo para volver a tocar el cielo

En el fútbol, como en la vida, hay ocasiones en las que hace falta tocar fondo para coger impulso. Bajar al infierno para regresar al cielo con más fuerza. El Córdoba tenía un sueño. Los cordobesistas tenían una ilusión. Un deseo inexplicable que pasaba por cerrar el capítulo del fútbol no profesional, que se ha extendido hasta los 5 años, y regresar a Segunda División. Este domingo, el conjunto blanquiverde cumplió su sueño y volvió a tocar el cielo en las Tendillas.
Pero nadie dijo que fuera fácil. De hecho, los propios jugadores, cuerpo técnico y afición eran conscientes de que se esperaba una auténtica batalla. Así pues, el guion del comienzo fue el esperado. Un Barça Atlètic que salió a morder y a meter el miedo en el cuerpo a su rival.
Quizás, lo que nadie se esperó fue que el exceso de relajación andaluza fuese tan evidente. Apenas habían transcurrido unos segundos de partido cuando Carlos Marín se tuvo que hacer grande bajo los palos y evitar el gol en un remate a bocajarro de Moha.
La fuerza 'culé' seguía emergiendo por momentos y la fragilidad defensiva del Córdoba fue en aumento. A ello se unieron los errores en la salida de la pelota, lo que evidenció un estado de nerviosismo impropio de un equipo que había demostrado su talante, calma y tranquilidad durante todo el curso.
Fue entonces cuando, en el minuto 14 de partido, el Barça Atlètic asestó el primer golpe. Mala defensa blanquiverde que dejó a Héctor Fort en una carrera en solitario con mucho espacio a su favor. El lateral se plantó en el área y soltó un chut cruzado para mandar la pelota al fondo de la red y que el 0-1 subiese al marcador de El Arcángel.
Fue tomando presencia en el partido el Córdoba, conocedor de que ese resultado lo dejaba sin ascenso. Así, tras varios minutos de tanteo, los blanquiverdes devolvieron la igualdad al electrónico y a la eliminatoria.
Calderón metió un centro desde la izquierda y Alberto Toril, en una demostración de su poderío físico, se hizo un hueco entre los centrales para cabecear a la red el esférico y colocar el 1-1. De la alegría se pasó a la tensión y preocupación. Dos aficionados sufrieron problemas de salud en la grada y tuvieron que ser atendidos. Afortunadamente, la cosa no pasó a mayores y el partido pudo seguir su transcurso habitual.
Tuvo una más el Córdoba antes del descanso. Otra vez Alberto Toril, que se encontró una pelota en el interior del área y se sacó el disparo, aunque este fue defectuoso y, a bocajarro, envió la pelota fuera.
June 23, 2024
El Córdoba dio un giro de guion en la segunda mitad y salió con el cartel de dominador. Los blanquiverdes demostraron presencia y control ante un Barça Atlètic que quiso repetir lo del comienzo del partido, pero, esta vez, sin éxito.
Tuvo el cuadro califal el 2-1 en el minuto 54. Recibió la pelota Albarrán en la derecha, que se la dejó de cara a Carracedo. Este le pegó a botepronto y la pelota se fue rozando el larguero. No obstante, la siguiente ocasión no se iba a desperdiciar.
Error infantil de Faye y Marc Vidal, que trataron de sacar la pelota jugada y acabaron regalando el esférico. La pelota se quedó muerte en el área y Alberto Toril, más listo que nadie, recogió el balón y con una sutil picadita colocó el definitivo 2-1.
June 23, 2024
El partido fue entrando en tensión y disputa, pero el Córdoba supo mantener la cordura. Esa calma tensa que siempre es necesaria en este tipo de encuentros. Buscó meter una marcha más el Barça, pero la realidad fue que no generaron mucho peligro en los minutos cruciales del choque.
Demostró valía el Córdoba, pero, sobre todo, sentido común. No entró en guerras, no se dejó llevar por la sobreexcitación y, en definitiva, supo manejar el tempo de un partido que ya tenía muy de cara y no quería dejar escapar.
El colegiado decretó el final del partido y El Arcángel estalló de felicidad. Una alegría inmensa tras derribar las puertas de un infierno donde se han mantenido un lustro. 5 años llenos de sufrimiento, penas y muy muy poquitas alegrías, aunque todo cobró sentido en una noche que pasará al recuerdo de todo el cordobesismo.