Una 'manita' que te da derecho a soñar

El Córdoba se llevó este domingo de forma contundente el derbi andaluz ante el Granada en un partido en el que los blanquiverdes se mostraron mejores en todas las facetas. El equipo de Iván Ania acabó goleando al cuadro nazarí por 5-0 y se permite así soñar con engancharse a la zona alta de la tabla.

El conjunto califal comenzó dominando el juego, la posesión y los acercamientos, y cuando apenas se cumplía el minuto cinco de juego, los locales lograron aprovechar un córner a favor para ponerse 1-0 en el electrónico, gracias a una gran definición de Álex Sala que mandó el esférico a la escuadra.

El 1-0 despertó a un Granada aletargado hasta el momento, que gozó posteriormente de dos grandes ocasiones, de Rebbach tras un contragolpe (10') y de Boyé de falta directa (16'), que sacaron a relucir los reflejos y el gran estado de forma de Carlos Marín, que detuvo ambos tiros.

El dominio visitante siguió durante varios minutos más, y cuando más estaba sufriendo el combinado blanquiverde, llegó el 2-0: fue de nuevo Álex Sala quien, tras cazar un balón en la frontal, se sacó un zapatazo de la chistera ajustado al palo de Luca Zidane para hacer así el segundo tanto califal (min. 25).

Los de Fran Escribá buscaron entonces meter una marcha más al partido y recortar distancias, gozando así de una gran ocasión por medio de Hongla, que mandó un potentísimo disparo desde la frontal al larguero (min. 39), antes de que Adilson cerrase el apartado de ocasiones en la primera parte con un tiro alto desde dentro del área (min. 42), que sería la antesala de su lesión.

Tras el paso por vestuarios, el Córdoba no tardó en sentenciar el duelo aprovechando un nuevo balón parado, que acabó en los pies de Carracedo y este hizo magia: sin controlar, el ‘23’ la colocó en la escuadra de Luca Zidane para anotar el 3-0 (min. 48).

Por otro lado, no era el día del conjunto nazarí. Los de Escribá no encontraban la forma de llegar al área de Carlos Marín y, cuando lo hacían, era sin acierto, como en el minuto 57, cuando Borja Bastón, a quemarropa desde dentro del área pequeña, estrelló su disparo ante la cara del propio Carlos Marín.

Lo siguió intentando el Granada con centros laterales que no encontraban rematador, o con tiros lejanos que buscaban inquietar al cancerbero, pero finalmente quien anotaría sería el Córdoba de nuevo. Primero avisaron Casas y Yoldi (min. 77), y finalmente Pedro Ortiz puso la sentencia con el 4-0, aprovechando un fallo en defensa de los rojiblancos que permitió a Carracedo correr y encontrar al ‘2’ en la medialuna del área, y con un pase a la red confirmaba la goleada.

Comenzaron a sonar los olés en la grada porque el Córdoba vencía y convencía, y aún habría tiempo de cerrar la ‘manita’: En el 87, Pedro Ortiz colocaba un córner muy cerrado que Luca Zidane no acertó a despejar, anotándose en propia puerta el 5-0 (revisado por el VAR) y, además, lesionándose en la jugada para poner así punto y final al duelo.