El bono de la ilusión gloriosa
![El Deportivo Alavés se reencontró con la victoria en Primera División. EFE](https://cdn.resfu.com/media/img_news/jugadores-del-sevilla-celebrando-el-gol-de-luis-rioja--efe.jpg?size=1000x&lossy=1)
La élite no espera a nadie y el 'Glorioso' reservó con antelación el bono de la ilusión. Ese boleto con el que los 'babazorros' sueñan despiertos, desde ya, con la permanencia en Primera División. Y eso que el cuento acaba de empezar sus primeras páginas, pero mejor guardarte el desenlace final antes de que el villano de turno te pise los talones. Y los de Nervión no lo hicieron. O sí, pero cuando ya fue demasiado tarde.
El Deportivo Alavés sorprendió y mató al Sevilla (4-3) en el duelo que inauguró el lunes de clausura de la 2ª jornada de la máxima categoría del fútbol español. Kike García no tuvo otra cosa que hacer que anotar el doblete con el que los pupilos de Luis García Plaza rompieron la igualdad previa al intermedio. Esa con la que el luminoso se marchó a la pausa con un espectacular 2-2, fruto de la frenética que reinó en el norte.
Haciendo comparaciones gastronómicas, el partido fue como un buen Rioja: mejoró con el paso de los goles. El 1º de ellos fue obra del anfitrión que se llama Luis y se apellida como el referente de las vinotecas. Y su golpeo desde luego que fue merecedor de los elogios. Seco, endiablado, raso y ajustado. O lo que es lo mismo: inalcanzable para Marko Dmitrovic. Ni Yassine Bounou desde Arabia Saudí ni Örjan Nyland en el banquillo. Nada ni nadie pudo evitar el 1-0.
Sin embargo, el mal de ojo se apoderó de Mendizorroza. Marcar en tu propia portería debe significar tal peso en tu mochila que no te la quitas de cualquier forma. Con esa pesadilla mental tuvo que convivir Abdel Abqar. A la salida de un saque de esquina, la redonda impactó en el cuerpo del central marroquí antes de colarse en las mallas de Antonio Sivera. Empate a las primeras de cambio y mucho por sentenciar en una contienda que solo fue a más.
Y de los remordimientos a los agradecimientos. Los deseos de Deportivo Alavés y Sevilla se cumplieron con ayuda de la madera. Eso sí, Erik Lamela vivió en su carne cómo el palo vestido de blanco le amargó el 1-2 en lo que hubiese sido una obra de arte del '17' a pase de Suso. No obstante, la adversidad aumentó la figura del 'Coco', que reventó el esférico por bajo para, esta vez, aliarse con su enemiga y así elevar el 1-2 al marcador.
¿Pero qué pasó? Pues que la vida es muy caprichosa. De prácticamente seguir celebrando... a recoger el balón de tus redes 3 minutos después. Rubén Duarte siguió los pasos de Luis Rioja, aunque con matices. Con la colaboración natural del sol en la cara de Marko Dmitrovic, el capitán de los locales probó fortuna con un misil térmico que se apoyó en la base de la meta para provocar la locura en el templo que se reencontró con la élite. Empate a 4 goles y con una 2ª parte por disfrutar. Bendito fútbol.
El paso por el túnel de vestuarios dio pie al baile de los cambios. José Luis Mendilibar apostó por Fernando Reges y Adrià Pedrosa a expensas de Ivan Rakitic y Marcos Acuña. Otra fecha más en la que el croata se queda a las puertas de los 50 'chicharros' con el escudo de Nervión. Hablando de dianas, Kike García lleva toda una carrera deportiva estudiando y poniendo en práctica el noble arte del gol.
El nuevo delantero del Deportivo Alavés vivió su 2ª juventud en Mendizorroza. En la crónica de un doblete anunciado, el veterano de guerra aprovechó el centro con la diestra de Luis Rioja y la prolongación de Jon Guridi para impulsar el balón hacia el destino final con la testa. 3-2. Y no conforme con ello, gozó de la magia del '11' para convertir a Marko Dmitrovic en una estatua, regatearle como a una piedra y fabricar el 4-2. Ah, todo esto en cuestión de 240 segundos.
Los hombres de José Luis Mendilibar no alcanzaron la comodidad en Mendizorroza, pero se quedaron con el consuelo del añadido. Ese en el que Rafa Mir se inventó la obra de arte de la jornada. El '9' partió desde la izquierda, se deshizo de la marca de Andoni Gorosabel y mandó la presión a la escuadra de Antonio Sivera. Fue demasiado tarde, pero el cuadro de Nervión maquilló con el 4-3 su pleno de derrotas en el arranque liguero.
La sensación fue otra y muy distinta en el Deportivo Alavés. El de un equipo dispuesto a sudar la gota gorda para evitar el ascensor y seguir subiendo por las escaleras de Primera División. Kike García se estrenó a lo grande en su nuevo hogar y en el templo 'babazorro' reservaron el bono de la ilusión antes de tiempo. Habrá que ver si finalmente lo compran, pero para ello queda mucho cuento por contar.