Si el Barça gana en un partido que encaraba como favorito con doblete de Robert Lewandowski y goles de unos Ansu Fati y Ferran Torres necesitados de confianza, la afición lo tendrá claro: de 10. Los de Xavi Hernández derrotaron por 0-4 al Elche en la jornada 27 de la Liga, así que aumentan su ventaja sobre el Real Madrid a 15 puntos a la espera de la visita del Valladolid al Santiago Bernabeú. Los deberes están hechos.
La superioridad de los azulgranas contrastó con la sorpresa que se llevaron en otro estadio falto de puntos hace relativamente poco, el del Almería. A finales de febrero, los 'culés' se relajaron y perdieron en el Power Horse Stadium, un precedente importante para entender cómo su entrenador ha conseguido que, en un nuevo enfrentamiento ante un rival de la zona baja de la tabla, no se dieran errores del pasado.
La clave estuvo en abrir la lata pronto. 'Lewy' lo hizo en el minuto 20 merced a una 'dejadita' de cabeza de Ronald Araujo, perfectamente posicionado en el área de Édgar para recibir un centro de falta. El '9' lo tomó, se lo echó hacia atrás y remató con la fortuna de que la pelota, de su pie derecho, fue a parar en su tobillo izquierdo, con lo que tomó la parábola ideal para superar a Palacios, que estaba enfrente, y terminar en el fondo de las mallas.
Estar por delante en los primeros compases era importante porque la propuesta del Elche, como era de esperar, era conservadora. Beccacece, en su debut en el banquillo franjiverde, ordenó a los suyos defender por dentro para obligar a los 'culés' a abrirse a las bandas. Esto sacó a la palestra las carencias actuales de un Ferran Torres sin acierto y un Ansu Fati sin confianza ni inspiración. Afortunadamente para ellos, el destino les tenía reservado aparecer en la nómina de goleadores.
En todo caso, los locales vieron rotos sus planes antes de poder empezar a arriesgarse más a la contra aprovechando que quedara menos tiempo, así que su idea de juego se desdibujó y el Barcelona se acomodó gracias al 0-1. Sin goles en el luminoso, las largas posesiones de los de Xavi sabían a impotencia; con el primer tanto, a control, y, con los dos últimos, a superioridad absoluta. Además, los de casa apenas gozaron de oportunidades.
Ni siquiera les sonrió la fortuna, pues su ocasión más clara no llegó siquiera a suceder, Carmona estuvo a punto de quedarse solo en un mano a mano con Ter Stegen, pero se rompió. Justo cuando esprintaba para alcanzar al germano, notó un tirón en la pierna derecha que puede ser un desgarro. Habrá que esperar a las comprobaciones de sus servicios médicos, pero el caso es que, por su lesión, Jordi Alba pudo llegar a tiempo para rebañar la pelota.
Este amargor contrastó con el dulzor que el Barça conoció con los goles de Ansu Fati y Ferran Torres, responsables del 0-2 y del 0-4, respectivamente. En un día de no mucho brillo para ellos a excepción de un centro del ex del Manchester City que por poco no se trocó en asistencia para Lewandowski, cuyo remate, con el hombro, se fue alto, ni batieron a los defensas que les cubrían por sus bandas ni se mostraron con mucha chispa. Hasta que vieron puerta, eran de las decepciones del día.
Es por eso que fue tan importante que marcaran. El '10' lo hizo en una contra al poco de arrancar la segunda mitad. Se vio casi solo con Lewandowski ante una zaga rendida y aprovechó la presencia del polaco para amagar con pasarle el balón para perfilarse hacia la derecha, su lado bueno, y doblegar a Édgar con un tiro ajustado. Más tarde, apoyaría la diana de su compañero en el momento de la sentencia.
No llegó a tocar la pelota en esta jugada Ansu, pero despejó el horizonte con un desmarque que obligó a Clerc, el defensa que se interponía entre la visión de Ferran y la meta, a quitarse de en medio. Entonces, el '11' solo tuvo que replicar el disparo del 0-2, bien colocado, pero con la zurda. Entre su tanto y el de su homólogo, Lewandowski obró su doblete a pase de Gavi, que le robó la cartera a un Nico Fernández que acababa de entrar al campo e hizo un mal control en la salida desde atrás.
Eric García hizo de Buquets y el plan de Xavi funcionó
A pesar de algunas intentonas del Elche en los compases finales, cuando el Barcelona ya ganaba por 0-4 -hubo incluso un testarazo al larguero por parte de Fidel-, el plan de Xavi Hernández salió a la perfección. Como ya se ha desarrollado previamente, esto se debió, en gran medida, a que Lewandowski abrió la lata pronto, pero esto es, al fin y al cabo, fruto también de la idea de juego de su entrenador, que pasaba por rotaciones pensando en el 'Clásico' de Copa.
La mayor novedad táctica del técnico residió en la presencia de Eric García en la zona del pivote, que suele llevar el sello de Sergio Busquets. Le acompañó, eso sí, de un Sergi Roberto que hizo de pareja suya en lo que la defensa se ordenaba con tres centrales cuando los 'culés' llevaban la pelota. Así, Ronald Araujo se encargaba del centro con Jules Koundé y Marcos Alonso apostados a sus lados.
Gracias a este esquema, Jordi Alba pudo ser más profundo, como a su entrenador le gusta por su tino poniendo centros, y Gavi gozó de más libertad en el campo rival, al igual que Ansu Fati. El '10', dependiendo del momento del partido o de la posición de ataque de los suyos, se dejaba ver en la mediapunta o en la banda izquierda. Ferran sí que fue más fiel a su demarcación de inicio en la derecha, donde no le faltó la ayuda de Gavi.
Xavi acertó al poner a prueba a Eric García en el rol de 'Busi' en un encuentro en el que los suyos eran favoritos. El '24' pudo amoldarse a una evolución que lleva un tiempo en su mente y en la del cuerpo técnico y, por si ocurría cualquier urgencia, contó con el apoyo de Sergi Roberto, cuya polivalencia es bien apreciada en el Camp Nou. De cara a futuros envites, no deberá extrañar ver esta propuesta de nuevo.