El debut, aprobado. El segundo, regular. El tercero, fatal. España sufrió un auténtico bloqueo en las pirámides de Egipto. Las planteadas por Rogério Micale y maravilladas por Ibrahim Adel. El futbolista del Pyramids marcó un doblete que dejó sin margen de reacción al combinado de Santi Denia. El varapalo desembocó en el cambio de líder a favor de los africanos. El equipo vencedor estará en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024 como primero del Grupo C. Y el segundo no tiene otro remedio que conformarse.
Porque la línea descendente del cuadro nacional preocupa. Fruto de las modificaciones o no, su rival demostró ser superior en los cómputos globales. Además, su estrella se bastó con una obra de arte antes del descanso y agradeció el regalo de Jon Pacheco para aumentar las distancias del electrónico. Samu Omorodion añadió algo de intriga en el tiempo de añadido con el 1-2 definitivo en el minuto 90. Sin embargo, las esperanzas se disfrazaron de agradecimientos a Alejandro Iturbe por evitar una cagada mayor. Está en la siguiente ronda, pero que aprenda la lección.
Rompió el hielo, no el marcador
El carrusel de rotaciones marcó el encuentro de 'la Roja', que vio cómo Aimar Oroz fue el único que repitió titularidad. Con 2 reservas de inicio, Alejandro Iturbe y Cristhian Mosquera, y el tercero -Sergio Camello- de capitán. Una alternativa con la que Diego López se desplazó a la diestra y en ese movimiento estuvo la mejor sensación ofensiva. Fue la que rompió el hielo, pero no el marcador. Y eso que Jon Pacheco prácticamente celebró el 1-0 antes de tiempo tras cabecear un saque de esquina desde la derecha.
Adrián Bernabé colocó la mira en la testa del central de la Real Sociedad. Hasta allí viajó el cuero y su compañero conectó, aunque no encontró una posición cómoda y acabó marchándose por línea de fondo. A partir de aquí, el rival demostró por qué llegó a la última jornada de la fase de grupos con la posibilidad de asaltar el liderato. Sin encajar, con una idea difícil de vencer y bailando desde el desparpajo de sus referentes. Zizo tanteó el 0-1 en un par de situaciones desde la lejanía, pero el gol se reservó a nombre de Ibrahim Adel.
Justicia
La realidad es que el tanto de Egipto al filo del descanso hizo justicia. La inercia ofensiva de los africanos correspondió con el camino del luminoso. Tras un balón en largo, el '14' vestido de blanco le ganó la partida a Miguel Gutiérrez y galopó al contragolpe. Se plantó en zona de peligro y habilitó al '10'. El 'faraón' no se lo pensó y golpeó de primeras hacia el marco. A la escuadra, imposible para el alcance de Alejandro Iturbe. Un toque de atención en toda regla: los nombres propios no iban a regalar el liderato del Grupo C. De eso se encarga la calidad.
Y eso que Marc Pubill pudo cambiar la narrativa del encuentro. Un balón quedó muerto en el balcón del área y apareció con todo para enviar el esférico al palo. Con esa frustración en el recuerdo, Santi Denia abrió el cajón de las sustituciones dejándole en el vestuario junto a Aimar Oroz para los beneficios de Juanlu Sánchez y Sergio Gómez. Estas modificaciones buscaban mayor presencia en territorio enemigo. De hecho, Sergio Camello pudo empatar con un zurdazo mordido que se estampó en las vallas publicitarias del Stade Matmut-Atlantique de Burdeos.
Pacheco, innecesario
Todos los aspectos del juego invitaban a pensar en positivo para España. Hasta que se pegó un tiro en el pie de la forma más tonta posible. Jon Pacheco, innecesario. Ese pase sin mirar hacia atrás buscando la posición de Cristhian Mosquera. Un fallo calamitoso sin oposición rival que envolvió el lazo del regalo para Ibrahim Adel. El arquitecto del 0-1 fue el más listo de la clase, controló el esférico y solo tuvo que picarlo para vencer a Alejandro Iturbe otra vez. Doblete en su casillero personal, 0-2 en el marcador y fiesta nacional en Egipto con el liderato a la vista.
Fue entonces cuando Fermín López, Pablo Barrios y Juan Miranda completaron la terna de modificaciones. A la par que Mahmoud Saber, Mohamed Tarek, Ahmed Atef y Bilal Mazhar dosificaron las energías africanas. Con el encuentro sin opciones factibles de remontada, Sergio Camello lamentó el segundo encontronazo de su equipo con la madera. En un saque de esquina hacia el segundo palo, Hamza Alaa no salió del nido y el reserva con el brazalete de capitán cabeceó solo. Con la mala fortuna de que se topó con la base del poste para el alivio visitante. No hubo manera.
Omorodion llegó tarde, Iturbe fue puntual
O sí, aunque para nada. Porque Samu Omorodion llegó tarde a su cita con el gol y Alejandro Iturbe fue puntual para evitar una hecatombe peor. Ya en el minuto 90, el delantero que quiere ganarse el sitio en el Atlético de Madrid cabeceó con autoridad un envío picado de su compañero de batallas en el encuentro. El centro fue con música y el testarazo acabó en el fondo de las mallas. Fue entonces cuando surgió un pequeño hilo de luz para iluminar la remontada. Sin embargo, solo enfocó las intervenciones milagrosas de su portero. Una detrás de otra.
Quedó algo retratado en la diana anulada a Ahmed Atef por fuera de juego en el tiempo de añadido. Sin embargo, sacó una mano prodigiosa a Ibrahim Adel para amargarle el 'hat trick' y engrandeció su figura en el mano a mano frente al '3', quien se transformó en el revulsivo perfecto. De las pocas notas positivas de España, que no supo esquivar el bloqueo en las pirámides de Egipto. No queda espacio para los lamentos. Única y exclusivamente, pensar en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024. Probablemente, contra Japón este viernes.