Quique Setién ha salvado un 'match ball' vital, posiblemente el más importante al que se vaya a enfrentar en su carrera en el banquillo del Villarreal, pues las dudas se cernían sobre él y el parón por el Mundial no le ayudaba. La victoria ante el Espanyol es un soplo de aire fresco para el proyecto amarillo sin Unai Emery.
El marrón ha pasado de banquillo, pues es Diego Martínez el señalado en un Espanyol que está al borde del descenso y que acumula cinco jornadas consecutivas sin ganar. Las sensaciones para los 'pericos' mejoraron en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid, pero este paso atrás supone un varapalo importante en el RCDE Stadium.
Sergi Gómez y Puado fueron las novedades en el esquema del Espanyol. Precisamente fue Puado el que más amenazó la portería de Rulli en la primera parte, en la que los locales fueron levemente superiores que el 'submarino amarillo', demasiado apagado y replegado en su propio campo, aunque con peligro a la contra.
Yéremy Pino, que se rebeló para convencer a Luis Enrique de cara al Mundial, tuvo la primera gran oportunidad en un mano a mano que ganó Lecomte. Setién metió un poco atrás a sus futbolistas para buscar la velocidad de Chukwueze y Danjuma a la contra. La respuesta del Espanyol la protagonizó Sergi Darder casi a la media hora de juego, con un buen recorte y disparo que tocó en Alberto Moreno.
El inicio del segundo tiempo permitió al cuadro castellonense marcar distancias en el electrónico. Lecomte intervino en un disparo de Capoue, mientras que Parejo y Chukwueze rozaron las dos escuadras. En el 64' llegaría el merecido 0-1, tras un tiro al palo de Yéremy Pino y un centro-chut de Alberto Moreno que Lecomte introdujo sin querer en su portería.
Le costó despertar al Espanyol. Yéremy Pino estuvo a punto de hacer el segundo y Setién metió sangre fresca, en parte con Gerard Moreno, ex del Espanyol y bien aplaudido. El equipo catalán fue a más con más coraje y corazón que cabeza, pero la figura de Rulli emergió para despejar todos los balones que llegaban a su área.
Rulli apareció en momentos clave, con un disparo de Keidi Bare a bocajarro y centros envenenados al área que logró alejar para sellar el 0-1 en el marcador del RCDE Stadium. Primer gol en la 'era Setién', primer triunfo tras la marcha de Emery y un salvavidas para el técnico cántabro antes del parón.