Una jugada personal de Trinity Rodman en el tiempo añadido del primer tiempo de la prórroga colocó a la selección femenina de Estados Unidos en semifinales, a dos partidos de su quinto oro olímpico, en un trabado duelo contra Japón, que vendió cara su piel.
En una reedición de la final de Londres, cuando las estadounidenses conquistaron su último oro olímpico, el duelo destacó por la igualdad, con control del balón de Estados Unidos pero con un equipo nipón cómodo en el bloque bajo hasta que ya se quedó sin fuerzas.
Las estadounidenses, que habían superado sin dejarse ningún punto la fase previa, partían como claras favoritas en un partido que tuvo como escenario el Parque de los Príncipes, pero las niponas, que acabaron segundas de su grupo por detrás de España y por delante de Japón, demostraron una gran entrega.
Hubo que esperar al minuto 107 para que una jugada personal de Rodman por la banda derecha liberara a las estadounidenses. La jugadora de los Washington Spirit logró escaparse de la defensa japonesa y se inventó un disparo que encontró una escuadra de la portería de Yamashita. Estados Unidos se jugará un puesto en la final contra la ganadora del duelo entre Canadá y Alemania.