Intentar encontrarle una lógica, una explicación, al partidazo vivido este sábado en el Artemio Franchi es misión imposible. Porque la Fiorentina y el Inter de Milán ofrecieron un espectáculo tan solo al alcance de los mejores equipos del mundo.
En la undécima jornada de la Serie A, cuando parecía que todo estaba decidido para finalizar en empate 3-3, Mkhitaryan apareció en el último suspiro del encuentro para firmar el definitivo 3-4 y desatar la locura en los de Milán.
Fue precisamente el Inter el encargado de abrir la lata primero. Cuando solo se había jugado minuto y medio de partido, Nicolo Barella superó a Terracciano bajo palos y abrió la lata a pase de Lautaro Martínez.
El mismo Lautaro que hizo acto de presencia al cuarto de hora para poner más tierra de por medio en el marcador. Pero, entonces, la Fiore despertó para darle caza al empate gracias al tanto de penalti de Arthur Cabral y al golazo en el minuto 60 de Ikoné.
Pero el argentino Lautaro todavía no había dicho su última palabra y tuvo tiempo de volver a poner a su equipo por delante en el 73', también desde los once metros. Hasta el 90' resistió el Inter con esta ajustada distancia en el marcador, justo cuando apareció Jovic para devolverle de nuevo la igualdad al electrónico.
Un reparto de puntos con el que parecía que el partidazo de la Liga Italiana llegaría a su fin, pero a los de Florencia les esperaba el peor final posible: el tanto de la victoria del Inter de Milán en el minuto 95'.
Mkhitaryan no falló en su lanzamiento para regalarle unos tres puntos más que trabajados a un Inter que ahora suma 21 desde la séptima plaza de la clasificación, mientras que la Fiorentina se queda en la decimotercera posición con diez.