Antonio vuelve y Alemania también

2 años, 8 meses y 23 días. Ese es el tiempo que ha pasado desde el último partido que disputó Kroos con la Selección Alemania hasta su vuelta ante Francia, en un partido que tuvo poco de amistoso. El centrocampista teutón estaba tan ansioso por volver a jugar con su país que tardó 7 segundos en dar una asistencia.

El mediocentro demostró a sus compatriotas que es indispensable en una Selección que le ha echado mucho de menos. A sus 34 años, el timón del Madrid enseñó de nuevo al planeta fútbol que la edad es solo un número y dio una enésima lección de sacar la pelota jugada y de cortar balones en labores defensivas.

Alemania pareció por minutos la Alemania de siempre en la vuelta de Don Antonio, que vio cómo Havertz puso el broche de oro a su regreso. La 'Die Mannschaft' fue muy superior en un tramo de la primera parte y al completo en el segundo tiempo, lo que generó un halo de esperanza de cara a una Eurocopa que se jugará en su territorio.

7 segundos sin parpadear

A buen seguro que nadie esperaba lo que iba a pasar en el momento del saque inicial. Florian Wirtz puso la pelota en juego y recibió el balón un Kroos que, en vez de jugar hacia atrás, engañó por completo a todos y buscó rápidamente al jugador del Bayer Leverkusen. El '17' controló con la izquierda, dio dos toques seguidos al esférico y no se lo pensó dos veces para pegarle a portería. La fortuna le sonrió porque Upamecano desvió la trayectoria y el cuero complicó a un Samba que hizo la estatua.

7 segundos fue el tiempo que tardó Kroos en dejar su sello en el partido para colaborar en el primer golpe a Francia. Los pupilos de Nagelsmann querían más y Havertz, acto seguido, estuvo cerca de conectar un remate dentro del área que podría haber hecho pupa a su oponente. El dominio teutón era más que evidente ante un equipo galo que tenía un serio problema en su centro del campo. Los Rabiot, Tchouaméni y Zaïre-Emery se las vieron y desearon para contrarrestar el juego visitante, aunque luego lo consiguieron en parte porque los germanos bajaron la intensidad inicial.

Ya con los problemas de construcción olvidados, Mbappé protagonizó dos acciones en cuestión de tres minutos: la primera fue con un tiro ajustado al palo derecho y la segunda, con una vaselina ante Ter Stegen que el azulgrana rechazó. Posteriormente, Rabiot fue quien se quedó cerca del empate en un disparo forzado dentro del área. Los de Deschamps espabilaron, pero no como para equilibrar las cosas.

Havertz castiga

Tras la reanudación, Havertz se encargó de ponerle las cosas más cuesta arriba a una Francia que se vino abajo con el gol del futbolista 'gunner'. Wirtz filtró un pase para Musiala que, en cuestión de dos segundos, dribló al portero y asistió al primer palo a su compañero para que ampliase la ventaja en el marcador.

El combinado galo puso más corazón que cabeza y Deschamps trató de mover sus fichas para intentar meterse en el partido . Nagelsmann también hizo varios movimientos para contrarrestar las acciones locales y su equipo no sufrió apenas. De hecho, Müller no marcó de milagro el 0-3 porque Samba se lo impidió con una gran intervención.

La oportunidad más clara para Francia llegó en la recta final, en una jugada rocambolesca. Un centro de Mbappé al área dio en la mano de Mittelstädt, que no midió bien en el intento de despejar, y Rüdiger, a escasos centímetros de la línea de gol, metió la pierna y la pelota fue a la madera. Un susto que pasó a un segundo plano porque no sirvió para que su oponente recortase distancias en el marcador.

Alemania dio síntomas de recuperación con Kroos en la vuelta del mediocentro al lugar en el que es imprescindible. Su último partido fue en octavos de la Eurocopa 2021 ante Inglaterra y ha vuelto en el momento idóneo para alistarse en el torneo que se jugará en su casa.