Sangre, sudor y clasificación

La Selección de Francia, que si no fuese por el meta croata Livakovic habría ganado la eliminatoria mucho antes de la tanda de penaltis, tuvo que esperar a los once metros para que Mike Maignan y Dayot Upamecano sellasen un merecido triunfo que pone a 'Les Bleus' en la 'Final Four' de Liga de Naciones.

Tras la derrota en Split por 2-0, el combinado galo había igualado la eliminatoria gracias a los goles de Michael Olise (minuto 52) y Ousmane Dembélé (80') aunque, en la prórroga, Kylian Mbappé podría haber sentenciado el choque en al menos tres ocasiones.

El revés de los balcánicos deja de nuevo a la generación de oro de Luka Modric (39 años) e Ivan Perisic (36) sin un título internacional.

Olivier Giroud (38 años y hoy en Los Angeles FC) fue el primer protagonista de la velada. La Federación Francesa de Fútbol (FFF) le rindió un tributo en el césped por los servicios prestados: máximo anotador de la historia de 'Les Bleus' (57 goles en 137 partidos internacionales) y campeón del mundo en 2018.

El homenaje a otra leyenda de 'Les Bleus', Antoine Griezmann, se iba a realizar junto al de su compatriota, pero se postergó por indisponibilidad del delantero del Atlético de Madrid.

Pasado el momento de celebración, Francia se puso manos a la obra e invocó el espíritu de Saint-Denis de noviembre de 2013, cuando los de Didier Deschamps remontaron un 2-0 adverso ante Ucrania marcándose un 3-0.

Aunque el partido no tenía tanta enjundia -ante los ucranianos se trataba del 'play off' para jugar el Mundial de Brasil 2014-, Mbappé intentó movilizar a los suyos desde el minuto uno y recuperar el amor de una hinchada decepcionada con la Selección desde la derrota en el Mundial de 2022.

Los numerosos cambios de Deschamps respecto al revés de la ida en Split dieron más intensidad, sobre todo por la izquierda (Theo Hernández por Digne) y en la medular, con la calidad técnica del zurdo del Bayern Michael Olise, que suplió a Rabiot.

Con una Croacia atrincherada, Francia achuchó, pero sin fabricar ocasiones claras. La mejor oportunidad, un contraataque en el minuto 38 que culminó con una pase precisamente de Olise a Barcola, sacado con un pie por Livakovic.

El combinado de Modric, que no realizó un tiro a puerta en 120 minutos, defendió con uñas y dientes la renta, tanto que 3 de sus jugadores se fueron al descanso con 3 peligrosas tarjetas amarillas (Stanisic, Gvardiol y Kovacic). Por el lado galo, Mbappé también fue apercibido por su exceso de impetuosidad ante el meta croata.

El propio Mbappé no quiso levantar el pie del acelerador tras el descanso. Provocó una falta en el borde del área que la ejecutó con precisión Olise.

Era el minuto 52 y significaba el primer tanto internacional del londinense, que prefirió representar a Francia en vez de a Inglaterra (su madre es francoargelina).

Con el 1-0, Deschamps decidió dar más creatividad al ataque e hizo debutar a Désiré Doué (19 años), la enésima sensación de la interminable cantera del fútbol francés.

A centro de Dembélé, Mbappé remató de primera rozando el poste izquierdo. El madridista, que había visto el balón dentro, se llevaba las manos a la a cabeza.

Croacia, inexistente en ataque, era un frontón que, más tarde o más temprano, tenía que ceder.

Un inusual error en la salida del balón de Modric propició una jugada de ataque por la derecha, culminada por un pase de Olise y un remate exitoso en el 81' de Dembélé, el goleador de moda en Europa.

Zlatko Dalić quitó precisamente al propio Luka y también a Kovačić (amonestado), los dos motores de la Selección Croata. Los finalistas de 2018 dieron carpetazo así a cualquier posibilidad de ganar el partido.

Francia apretó en los últimos minutos, pero el cansancio la impidió la clarividencia necesaria para cerrar el encuentro, que se marchó a la prórroga.

La misma tónica en el tiempo suplementario: 'les Bleus' dominadores y algo atropellados y los croatas blindados, incapaces de hilvanar un ataque.

Livakovic hizo dos paradas casi seguidas al prodigio Doué antes de entrar en la segunda parte de la prórroga, en la que la cadencia de juego se hizo aún más pastosa si no fuese por Mbappé, a quien el guardameta negó el gol en dos buenas intervenciones, una con las piernas y otra con las manos a una media volea.

Los once metros fueron un tobogán. Francia se puso por delante al parar el tiro de Baturina, pero los fallos de Koundé y Theo Hernandez pusieron a Croacia con ventaja, hasta que Maignan negó el lanzamiento de Stanisic y Upamecano marcó el decisivo.