El Nápoles sufrió este sábado más de lo esperado en el Luigi Ferraris, pero solventó la complicada papeleta que le presentó el Genoa (1-2) gracias a una gran primera mitad que le bastó para alzarse a lo más alto de la tabla, en la que dormirá líder a la espera del resultado de la Atalanta este domingo.
El cuadro 'partenopeo' ha vuelto a demostrar que, aunque no sea el mejor equipo de Italia, sabe sufrir. Es capaz de verse superado por el rival y resistir para seguir ganando. Son ya 12 victorias en la temporada para este equipo que, además, no juega más competiciones, por lo que puede llegar muy bien físicamente al final de la temporada.
Ante el Genoa tuvo que exigirse al máximo en la segunda mitad. Especialmente Meret bajo palos, salvador en los últimos minutos con manos al límite. Porque con la entrada de Balotelli, el combinado de Patrick Vieira atenazó a los de Antonio Conte, muy sólidos también en lo mental, capaces de mantenerse como una roca pese a la insistencia de los locales en un ambiente tan hostil.
Todo gracias, también, a una gran primera mitad que valió los 3 puntos. Ahí el Nápoles fue claramente superior. Con Lukaku estrellándose con el larguero, con McTominay marcando un 0-3 que, de no haber sido anulado, hubiera sido definitivo.
Consiguió el combinado 'partenopeo' materializar cuando tuvo la ocasión, hacer daño de manera efectiva en apenas 8 minutos. Primero con el cabezazo de Anguissa en el 15' tras una gran jugada colectiva; después con el testarazo de Rrahmani en el 23' que pareció dejar noqueado al Genoa. Tuvo McTominay el tercero, pero fue anulado por fuera de juego de Politano en el desmarque previo al pase al escocés.
El descanso, sin embargo, sentó muy bien al cuadro local. Vieira reconectó de nuevo a los suyos y el partido, en el minuto 51, volvió a estar abierto de par en par. Porque el gol de Pinamonti, con un disparo cruzado desde el perfil zurdo del área, reanimó también a una grada que empezó a llevar a sus jugadores en volandas.
El Nápoles comenzó a sufrir. Ni la entrada de Kvaratskhelia, ni la de Simeone, ni la de Spinazzola aliviaron la situación. El Genoa era el dueño de las ocasiones y Meret tuvo que aparecer varias veces para evitar el empate en Marassi. No cesó el 'Vecchio Balordo' que, con Balotelli arriba, quemó las naves con centros laterales y dejó despoblada su defensa sin consecuencias negativas.
Pugnó por una victoria que el equipo de Antonio Conte no dejó escapar. Primero con calidad, con buen juego. Después con resiliencia, con cabeza, con gestión. Los 'Gli Azzurri' dormirán dos noches en lo más alto. Y si la Atalanta pierde, recuperarán el liderato del 'Calcio'.