¡Qué hombro!

José Bordalás y Rafa Benítez alimentaron sus propios tópicos durante una primera parte en el que no pasaron demasiadas cosas y que fue un castigo más que otra cosa. Entre nervios y respeto, fue el Getafe el primero que lo perdió en un frenético final de primera parte que le brindó una importante ventaja de cara a la segunda, donde el encuentro cambió por completo y ambos equipos dejaron un buen partido de fútbol. Más el Celta, que llegó a empatar, pero todavía quedaba el golpe de gracia, de hombro en su caso, de Jaime Mata, que le arrebató ese éxtasis al cuadro vigués.
Benítez saltó al Coliseum repitiendo lo que había funcionado días atrás en El Sadar. Vista la primera parte, difícilmente hará lo mismo en la siguiente jornada. Con Mingueza en posiciones muy adelantadas, y a veces entre líneas, al equipo gallego le faltaba algo de calidad en esa zona intermedia para poder crear ocasiones claras. Algo parecido le ocurría al Getafe, encomendado a las jugadas individuales de un Greenwood que no estuvo tan lúcido como otras tardes.
La primera, y una de las pocas en la primera parte, fue del Celta. Un intento de Ristic de falta directa que, tras pegar en un defensor, se envenenó e inquietó a David Soria. Respondió el Getafe minutos después con un buen disparo de Mason Greenwood que, con más potencia que colocación, probó a Guaita. El primer aviso del cuadro azulón llegó en forma de falsa alarma por penalti. Un disparo, de nuevo de Greenwood, pareció golpear en la mano de Domínguez y Hernández Hernández señaló una pena máxima que declinó tras visionar de nuevo la acción en el monitor.
Pero fue un anticipo para lo que le esperaba al Celta en el final de la primera parte. A 4 minutos para el descanso, llegó el 1-0. Centro potente de Diego Rico que remató Jordi Martín al poste. En el rebote, que fue arriba, esperó Borja Mayoral para empujar el primer gol del encuentro. Cuando parecía que ambos equipos se encaminaban ya al descanso con ese escenario, el Getafe golpeó de nuevo: pérdida de Tapia, contraataque de Greenwood y Guaita, que no atajó a despejar mejor el balón, le dejó el tanto a placer a Jaime Mata, que solo tuvo que empujar.
A los puntos, la primera parte terminó con muchísima igualdad. Quizás, ligeramente para el Getafe por esos últimos minutos. La segunda fue del Celta. Empezó a jugar en campo contrario, perdió el miedo y la entrada de Iago Aspas favoreció a un equipo que, ahora sí, tenía esa calidad en los últimos metros. Y, cómo no, se hizo notar. Manquillo probó primero a David Soria y luego fue Larsen, tras una cabalgada, los que amenazaron con ese primer tanto vigués.
Y fue precisamente el noruego el que vio portería. Gran centro de Manquillo, llegando a línea de fondo y poniendo el balón arriba y atrás, para habilitar a un Larsen que solo tuvo que elevarse y picar el balón abajo. Gol sencillo, pero solo para algunos que tienen ese imán. Apretó el Celta tras el gol y, a falta de 3 minutos para el final, encontró el ansiado empate.
Iago Aspas ya se había hecho con la batuta del partido y de sus botas nació el 2-2 del conjunto de Benítez. Esperó, aguantó y colocó el balón en el sitio perfecto, entre central y lateral, para encontrar a un Allende que entendió sus intenciones e hizo un desmarque que le dejó solo ante Soria, que no pudo evitar el segundo tanto del Celta para el empate. Delirio en la zona visitante del Coliseum por los celtistas desplazados.
Pero todavía le quedaba un último giro a este loco encuentro. Con la dinámica positiva a favor del Celta y el golpe psicológico para los locales, reinó el pundonor. Y eso llevó a Greenwood a sacar fuerzas para realizar una última acción individual, y un centro casi perfecto, para encontrar a Jaime Mata, que a sus 35 años aguantó todo el partido a un grandísimo nivel. Y encontró premio. Casi sin querer, con el hombro, el delantero contactó con ese balón de Greenwood y su remate salió disparado hacia la escuadra izquierda de la portería de Guaita, que no pudo evitar el 3-2.
Un partido que se saltó el guion inicial, que fue cruel con un Celta que mereció más por su segunda parte, pero que deja los tres puntos en el Coliseum a un Getafe que se lleva ya también esos partidos que parecían escaparse. Está a 4 de Europa el cuadro azulón.