El día espléndido acompañaba para una tarde pletórica en Los Cármenes y el Granada saltó a su estadio dispuesto a cumplir los sueños de la afición. Muy pronto se le puso de cara el choque contra el Alavés.
En el 7', Boyé se animó a probar la puerta de Sivera con un misil. El disparo se topó con la madera, pero iba a tener premio, pues el rebote terminó dándole a Gorosabel en la mano y el árbitro, que lo vio, pitó pena máxima.
Uzuni se encargó de convertirlo desde los 11 metros. Le pegó con la diestra, ajustada al palo, y batió al meta 'babazorro' para poner el 1-0 en el marcador antes de los 10 minutos de partido.
Al Alavés le costó entrar en el choque. Samu estuvo desaparecido y, cada vez que tocaba balón, su ex hinchada le regalaba una sonora pitada.
Tuvo algunos buenos minutos el conjunto de Luis García con un tiro de Rioja que blocó Batalla, pero le costaba llegar a la meta nazarí. En el 34', pidieron penalti por una posible mano de Gumbau, pero dijo el árbitro que no había nada. El balón rebotó efectivamente en el brazo del jugador del Granada, pero había tocado antes en el muslo, por lo que no era punible.
Antes de que terminara la primera parte, Boyé terminó de hacer daño al Alavés. Botó una falta Gumbau que fue a estrellarse contra la defensa del Alavés. El rebote le cayó al '7' del Granada y, de cabeza, la peinó para hacer el 2-0 con el que se fue el choque al descanso.
Al Alavés no le sale nada
Ya en el segundo tiempo, el Alavés se puso las pilas. Luis García hizo 2 cambios antes de que el árbitro relanzara el juego. Entraron Sola y Rebbach por Rioja y Carlos Vicente.
La charla del míster debió dar sus frutos y, tras el descanso, se vio mejor al conjunto visitante. Panichelli se animó a rematar en un par de ocasiones, aunque no estuvo acertado.
En el 61', gozó de una doble ocasión el Alavés, pero se topó con un imbatible Batalla que sacó 2 manos seguidas para deleite de los espectadores.
Mejoró el equipo visitante en su juego. Tuvo bastantes ocasiones en la segunda mitad, aunque lamentablemente no le salió absolutamente nada.
Giuliano Simeone, que salió bien entrada la segunda parte, pudo acortar distancias. Le pegó con el pecho en el área y se fue envenenando el esférico. Batalla, que estuvo de sobresaliente, la sacó como pudo. El Granada supo aguantar el resultado y se llevó los 3 puntos.
Con esta victoria, el Granada se pone con 17 puntos, aunque permanece en el penúltimo puesto de LaLiga. El triunfo sirve en lo anímico para dar esperanza a la hinchada en este tramo vital del curso. El Alavés, por su parte, baja al decimocuarto puesto y se queda con los 32 puntos que tenía.