Messi conquista la nube en la que se creía Europa

Leo Messi es el Goku del fútbol. Y ya tiene su nube. La conquistó con un golazo de falta que le baja los humos a Europa, que sufrió su primera derrota en las carnes de un Oporto mediocre. Eran muchos los que veían esta fase de grupos solo como la espera para ver eliminatorias de más nivel entre europeos y, con suerte, sudamericanos. Pues hala, fuera de la nube.
El Inter Miami empezó mejor, con un par de acercamientos peligrosos, pero la inocencia del joven Noah Allan le puso las cosas complicadas a los suyos. Joao Mario le recortó y logró que el lateral 'picase' para dejar una pierna que, en cuanto notó, le hizo ir al suelo. Necesitó Cristián Garay de la ayuda del VAR para ver la jugada en el monitor y señalar un penalti que transformó Samu.
Lo hizo con algo de suspense, ya que Ustari, que ya había parado una pena máxima ante el Al Ahly, tocó el balón, pero no evitó que el tiro raso y a su derecha se convirtiese en el 0-1. Así, también con suspense, sería el desenlace de un partido que cambió completamente de cara tras el descanso.
En ese buen comienzo de los estadounidenses, Messi ya había estado presente en casi todo. Solamente parece haberse desentendido del área y por razones obvias. Es más difícil llevar la pelota hasta allí en ocasiones de calidad que definirlas. Para esto segundo, también está Luis Suárez. Pero nadie como el '10' para bajar, pese a su edad, al centro del campo en busca de balones que convertir en peligro.
A los 19 minutos, el Inter Miami rozó el empate. El rosarino esperó el momento justo para dejar solo, en una contra, a Suárez, que se desmarcó mejor de lo que definió. Con la zurda y algo escorado a la izquierda, se topó con el cuerpo de Cláudio Ramos. Pero, a pesar de su omnipresencia, fue Rodrigo Mora el que se quedó con los focos en el primer tiempo.
Con solo 18 años, el joven talento del Oporto se dio algún gusto que otro. Se hizo dueño del balón, dejó dos taconazos y rozó el gol de forma directa e indirecta. Especialmente clara fue la que, tras un amago que dejó en fuera de sitio a dos defensas en el área, le sacó Falcón de cabeza bajo palos. También lo tuvo Samu en sus botas, pero Ustari agradeció el disparo centrado y tapó el tiro con el cuerpo.
Tuvo entre suerte y reflejos felinos el portero argentino en la última del primer tiempo. Alan Varela se sacó un zapatazo lejano que se estrelló contra el palo. En el rechace, la bola dio en la espalda del cancerbero, aunque salió hacia portería con no mucha potencia. Esto le dio el tiempo justo para que reaccionase con el brazo y mandase el cuero a córner.
Nada más comenzar el segundo tiempo, llegó el empate del Inter Miami. Telasco Segovia empalmó, con una fuerza salida desde el alma, un balón de Weigandt desde la derecha y puso el 1-1 en el marcador. Fue un bofetón a un Oporto que nunca se repondría. Si aturdido le dejó el empate, hipnotizado pareció quedar tras el golazo de falta de Messi en el 54'.
Solo tres minutos antes, había avisado el rosarino con un golpe franco quizás demasiado lejano. Pero el que tuvo poco después parecía hecho a mano para él. Fue derribado en el balcón del área y, desde ahí, batió a Ramos con un lanzamiento suave y preciso al palo del portero. No necesitó aquello de "por toda la escuadra" para ser certero y, sobre todo, decisivo.
La recta final fue un quiero y ni puedo ni sé del equipo de Martín Anselmi. Le faltó corazón a un conjunto luso que parecía haber perdido la cabeza, esa que empleó con éxito antes del descanso. Solo William Gomes, que entró desde el banquillo, le puso una chispa que, finalmente, no tuvo premio. Samu, con peor definición de la que se le recordaba, no aprovechó un par de buenos centros al área.
Pero no solo el español estuvo desacertado. A algún chispazo de Rodrigo Mora también le faltó un poco de realidad y efectividad y le sobró brillantina. En esas, los 'dragones' fueron viendo cómo el reloj agotaba el tiempo hasta llegar a un pitido final que les deja en una situación comprometida. Deberán ganar al Al Ahly y esperar que no haya un empate entre Palmeiras e Inter Miami.