Logro desbloqueado para el Betis

En Heliópolis se ha disparado el termómetro de la ilusión. Y es que el Betis cumplió el trámite que tenía en Polonia para asegurar su lugar en las semifinales de la Conference. Hito histórico para este club, ya que nunca antes había llegado a esta instancia en una competición europea. Lo tenía muy fácil porque en la ida encarriló la eliminatoria con un 2-0.

Si Bakambu participó de lleno en la victoria, el internacional congoleño no iba a ser menos en la vuelta. Un gol suyo en el 78' dejó todo visto para sentencia, aunque el Jagiellonia, al menos, logró empatar justo después el choque en su despedida. Partido relativamente cómodo para los de Pellegrini, que realmente pasaron apuros al filo del descanso por un gol de Hansen que fue anulado por el VAR.

Jugando con el tiempo

Uno de los bienes más valiosos de nuestro tiempo es, precisamente, el tiempo. Ni se puede retroceder, ni se puede comprar. El Betis sabía que tenía que jugar esta carta para intentar maniatar al Jagiellonia, que salió decidido a marcar pronto en los primeros compases. De hecho, su primer aviso llegó a los 12 segundos que acabó con cabezazo desviado de Kubicki.

Tras esa acción, los verdiblancos acapararon todo el juego con la pelota y la utilizaron para dejar pasar los minutos. Antony replicó acto seguido con un disparo que obligó al guardameta intervenir. Poco después también lo intentó tras un pase de Lo Celso, pero el balón no cogió el efecto deseado. El equipo de Manuel Pellegrini apenas sufrió y mantuvo a raya al conjunto polaco con una posesión que rozó el 70%.

Eso sí, huelga decir que el partido se convirtió en un verdadero tostón porque no ocurrió nada. Solo hubo un cambio por lesión, el de un Ricardo Rodríguez que sufrió un problema muscular. Nueva baja en el Betis, que suma otro efectivo más a la enfermería. Mientras tanto, el Jagiellonia volcó su ataque por la banda derecha y por ahí llegó un centro peligroso en el '21' que nadie remató. No obstante, por el otro costado entró a escena el gol local. Un testarazo de Hansen al primer palo dejó muy confuso al cuadro andaluz, que contuvo la respiración hasta que el VAR lo anuló por fuera de juego previo de Moutinho.

Tocar, tocar y tocar

La prioridad del Betis era tener la pelota y el plan no cambió ni un ápice en los segundos 45 minutos. Si no había oportunidad de terminar, vuelta a empezar y a mover de un lado a otro. Hasta Antony se desesperó porque en un momento dado quiso finalizar -tenía una maraña de jugadores delante- y buscó a un compañero que retrocedió el cuero hacia atrás.

Esa era la premisa hasta que los visitantes rompieron el resultado gafas en la recta final. Pero antes, Lo Celso lo intentó tras una dejada de Bakambu y también el propio delantero congoleño, que le pegó con la pierna mala y casi la metió por la escuadra. El conjunto de Heliópolis fue infinitamente mejor y lo único que le faltaba era abrir la lata. Dicho y hecho. Recuperación de Lo Celso, claridad de Ruibal y definición del 'Pichichi' Bakambu para acabar con las esperanzas locales.

Sin embargo, el Jagiellonia, que lo tenía crudo para revertir la situación, consiguió darle una alegría a sus aficionados con el empate. Un melón de Perraud a Bartra originó el 1-1 que resolvió Churlinov con una gran maniobra en territorio enemigo. Al Betis le dio exactamente igual, ya que rápidamente provocó un penalti, aunque finalmente fue anulado por el VAR.  Pese al empate, los verdiblancos cumplieron con su cometido para seguir soñando despiertos con la posibilidad de luchar por un título europeo. Demasiado tiempo ha tenido que pasar para desbloquear las semifinales. La Fiorentina, próxima estación para los andaluces.