El verano en Heliópolis se está pasando entre tarrinas y cucuruchos. El Real Betis aprovechó la inercia de su estrategia con los fichajes para probar el helado de Conference League en la ida de la final de la fase previa a la tercera competición continental. El conjunto de Manuel Pellegrini superó al Kryvbas en Eslovaquia por 0-2 con los goles de Chimy Ávila y Rodri Sánchez. Eso sí, se trata de una muestra inicial y no la inauguración oficial del sabor. Los verdiblancos tendrán que rematar la faena en el encuentro de vuelta sobre el césped de Benito Villamarín con el marcador global a favor.
En la temporada pasada, los sevillanos tuvieron el margen de la Europa League para esquivar el precipicio. Cayeron en la fase de grupos y el Dinamo de Zagreb le borró del mapa en el campeonato que espera disputar por todos los medios posibles. La exigencia que demanda el no tener margen de error la demostró el plan visitante, que apenas sufrió contratiempos ante el equipo ucraniano. A minutos sueltos y a pequeños tramos en la segunda mitad, los pupilos de Yuri Vernydub tuvieron sus momentos aislados en la contienda. Sin embargo, su rival tiene pie y medio en el primer objetivo.
Chimy cumplió con su deber
El encuentro se puso de cara para los verdiblancos desde el comienzo a todos los niveles. La sensación de superioridad se instauró a partir del pitido inicial. Pases de seguridad, filtrados, en largo y hasta por alto en la parcela rival. Ese espacio en el que el capitán de las 13 barras se encontró con Andrii Klishchuk. Rápido de piernas y reflejos el meta ucraniano para achicar aguas y tapar el golpeo del francés. Porque ni Nabil Fekir ni Rodri Sánchez hilaron para abrir el contador de goles en el camino a la competición continental. Chimy Ávila cumplió con su deber para colocar el 0-1.
Sergi Altimira recibió en la cercanía a la media luna del área enemiga. No se lo pensó y se perfiló hacia su zurda para probar fortuna. El golpeo raso y ajustado se topó con los guantes del guardián local, quien no estuvo fino a la hora de lateralizar el rechace. El esférico quedó muerto sin custodia y el '9' fue con todo para mandarlo al fondo de las mallas. Un tanto que correspondió con lo intangible. Los hombres de Manuel Pellegrini, exceptuando minutos sueltos, controlaron la situación sin conceder en la parcela defensiva, marcada por el debut de Natan en el ejemplo perfecto de solidez.
Abde, desencajado
Con la renta en el luminoso, Abde Ezzalzouli lideró el plan de operaciones en busca del 0-2. El '10' tuvo hasta 2 situaciones favorables para ampliar las distancias en el marcador. Ambas llegaron desde la lejanía con sendos remates que no vieron la red. El primero acabó en la valla publicitaria, el segundo en las manoplas de Andrii Klishchuk. Y la tarjeta amarilla que vio le dejó desencajado. Su desacuerdo con el colegiado le pilló fuera de juego y fue de más a menos desde la amonestación. Ya tras el tiempo de descanso, el Kryvbas movió sus cartas para igualar la eliminatoria.
Tal fue así que, en el minuto 58, inauguró su casillero de ocasiones peligrosas de la eliminatoria. Gracias a Denys Kuzyk. El '21' controló la redonda en zona de influencia y se perfiló hacia su bota izquierda para armar la pierna. Sin embargo, el chut no le salió como esperaba al acabar mansamente en los dominios de Rui Silva. Prácticamente, la única intervención del luso en la contienda. El '1' que también le gana la partida a Adrián San Miguel y Fran Vieites en el escenario europeo. Manuel Pellegrini, de momento, no es partidario de intercambiar roles bajo palos en el arranque de la temporada.
Rodri se ganó el "quédate"
En las 13 barras de Sevilla hay un jugador que marca los rumores de salida. Rodri Sánchez figura en la lista de objetivos en algunos equipos de Primera División. Entre ellos, el Real Mallorca. Lejos del ruido externo, el '17' se ganó el "quédate" con creces. Incisivo y determinante desde la reanudación, aprovechó una apertura de Chimy Ávila hacia banda para demostrar que este deporte es de zurdos. Son diferentes, leen el ataque de otra forma y convierten lo difícil en lo más sencillo. Conducción melódica, recorte hacia su buena y directa al palo largo. 0-2 y materia resuelta.
A partir de aquí, Manuel Pellegrini se centró única y exclusivamente en dosificar la carga de minutos. Iker Losada, Marc Roca y Assane Diao protagonizaron la triple modificación del chileno, quien retiró a Johnny Cardoso, Nabil Fekir y al goleador y asistente del encuentro. Con el paso de los minutos, también debutó en partido oficial como verdiblanco Ricardo Rodríguez y William Carvalho reemplazó a Sergi Altimira. Pequeño inciso en la labor del centrocampista barcelonés. Imprescindible en la maquinaria e incluso con algún mago de ver portería desde la larga distancia. No fue así.
Con pies de plomo
El Kryvbas ganó presencia en ataque desde el ingreso de Jean-Morel Poé y no le dio la espalda al encuentro. Ni mucho menos a la eliminatoria. Los acercamientos locales depositaron muchas esperanzas en los centros laterales y la búsqueda de la acción en segunda jugada. El rechace que lo cambiara todo. Lejos de ello, Arda Kardesler tuvo hasta la gentileza de decretar el final del partido segundos antes de cumplir los 3 minutos de añadido. Los que remaron contra la corriente perdieron fuerza y los verdiblancos estaban con la confianza de una renta determinante para la vuelta.
El Real Betis tiene pie y medio en la Conference League 2024-25, aunque son de plomo. Sin espacio para la confianza y el despiste en el encuentro de vuelta, que se disputará el próximo jueves a las 21:00 en el Benito Villamarín. Las miradas del proyecto de Heliópolis apuntan a cumplir la premisa de disputar la tercera competición continental por todos los medios posibles. El destino fue cruel con el drama de la Europa League y la pesadilla del Dinamo de Zagreb. Lejos de ello, a disfrutar del verano con tarrina y cuchara para degustar, de momento, el helado con sabor a Conference League.
August 22, 2024