Horkas es ascensorista y Javi Muñoz no quiere cambiar de planta

Manta, sofá y uñas cortas. Es el plan de la afición de la Unión Deportiva Las Palmas para este domingo por la tarde. En la noche sabatina, su equipo derrotó al Atlético de Madrid contra todo pronóstico y escapó de los puestos de descenso provisionalmente. A la espera del resultado entre el Sevilla y el Alavés, los de Diego Martínez saborean una silla que garantizaría su continuidad en Primera División para la temporada que viene.

Dinko Horkas y Javi Muñoz fueron los artífices de la victoria. El portero, que se está encargado de sustituir a Jasper Cillessen, operado de una perforación intestinal por aquel choque desafortunado con Borja Iglesias, logró que nadie echara de menos a su compañero con dos intervenciones sobresalientes en la antesala del descanso. Les negó la mayor tanto a Julián Álvarez como a Alexander Sorloth.

Ante la 'Araña', se deslizó con los brazos extendidos y, usando la palma de la mano derecha, taponó un remate a bocajarro que nació de un pase raso de Giuliano Simeone al segundo palo. Con idéntico remitente, el noruego le puso a prueba, de cabeza, un poco más adelante con la misma respuesta, incluso una más complicada. El guardameta, en esta ocasión, hubo de llevar a cabo un escorzo para, con la diestra, desviar el testarazo de su rival.

Si estos dos momentos ya habrían atesorado enorme valor con un 0-0 en el marcador, imagine el lector con un 1-0 a favor de Las Palmas que pocos esperaban. El principal asistente de Diego Martínez, premonitorio, había avisado, durante la previa, de que la idea pasaba por capar la diferencia de calidad entre las dos plantillas para aprovechar toda oportunidad que se presentase. El cronómetro le dio la razón en el minuto 93.

El descuento acogió un envío desde la retaguardia isleña que, en el área del Atlético, se convirtió en un problema para José María Giménez y Robin Le Normand. En una falta de entendimiento impropia de su nivel, ninguno de los dos tuvo claro quién debía despejar el esférico y, entretanto, Jaime Mata, uno de los revulsivos de la Unión Deportiva, porfiaba con ellos para tratar de quedarse la posesión. A la vez, Javi Muñoz se desmarcaba en 'sprint'.

El uruguayo, al intentar alejar el cuero de la caja de Oblak, lo acercó al '5', que ejecutó al cancerbero a bocajarro. En primera instancia, la linier Eliana Fernández González señaló fuera de juego porque pensó que había sido Mata el último en interactuar con el balón. El VAR la ayudó a corregir su banderín, pues, aunque había detectado a la perfección lo adelantado del anotador, no así la procedencia de la pelota.

Para los del Cholo Simeone, perder en un campo en el que los pronósticos señalaban a una victoria obligada es un mazazo en plena recta final de temporada. A 3 puntos de un Real Madrid que todavía no ha jugado este fin de semana y a 10 de un Barcelona que, un rato antes, derrotaba al Celta de Vigo, el Riyadh Metropolitano empieza a despedirse de la pugna por el trofeo. Quedan 18 unidades en juego.

El verdugo de los rojiblancos fue su falta de concentración en situaciones clave. Darío Essugo avisó, en un par de ocasiones, robando balones a Pablo Barrios en tres cuartos de campo. Hasta el gol de Javi Muñoz, eso sí, el principal peligro de los canarios había estribado en las peripecias de Alberto Moleiro y Fábio Silva por la banda izquierda, así que los pecados 'colchoneros' tampoco estaban siendo capitales.

Equivocarse de manera más dramática aún, en el tiempo añadido y en su área, catapultó su caída. Para el triunfo de Las Palmas, pesaron las paradas de Dinko Horkas y la capacidad colectiva de que, en el ecuador de la segunda mitad, las sustituciones de los visitantes quedaran sin efecto por mucho que, en el cara a cara directo, una plantilla atesorara mucha más calidad que otra. El premio se quedó en la isla.