De la mano con Zipi y Zape

Zipi y Zape fueron dos personajes ficticios de la década de los 50 que divirtieron a los españoles con sus miles de travesuras en cada una de sus aventuras. Dos gemelos, uno rubio y otro moreno, que no se separaban el uno del otro y eran uña y carne en cada una de sus peripecias. Esto, si se traslada al mundo del fútbol, puedes dar con millones de ejemplos, pero, sin duda, los Zipi y Zape del Barcelona son Dani Olmo y Lamine Yamal.
La aventura del conjunto azulgrana en Gran Canaria no fue para nada sencilla. De hecho, sufrió más de lo esperado o, al menos, nadie se pudo imaginar que le iba a costar abrir tanto el partido. Pero claro, seguro que nadie contó con el rubio y el moreno que, una vez más, fueron los encargados de meter una marcha más al equipo para acabar consiguiendo el objetivo de la victoria final frente a Las Palmas. Sobre todo, Olmo, cuya entrada en la segunda mitad dotó a su equipo de más fluidez, mayor juego entre líneas e, indirectamente, liberó más el juego de Lamine Yamal, que entró a escena por su habitual banda derecha y acabó siendo fundamental. De hecho, ambos fueron resolutivos y decisivos.
Fue un comienzo tranquilo y sosegado para el Barcelona, que desde el pitido inicial se hizo con el dominio y la posesión del partido. De hecho, hasta comenzó a tener las primeras ocasiones muy pronto. Pecó de generoso Fermín en la más clara que, con todo a su favor, decidió jugar al segundo y le envió la pelota demasiado atrás a Lewandowski.
Sin embargo, Las Palmas no se quiso dejar y, en el 15', tuvo una de las más claras del partido. Mika Mármol se encontró con una pelota muerta en el área y definió a la media vuelta, aunque la pelota no encontró portería. Eso sí, por muy poco.
Tocaba y tocaba el Barcelona con mucha comodidad, pero no terminaba de superar la línea defensiva de su rival. Plan muy claro el que impuso Diego Martínez, que apostó por defender en bloque bajo, reforzar las marcas sobre Lamine Yamal y estar muy juntos para evitar dejar huecos atrás. Estaba siendo muy complicado para el conjunto de Flick, que llegaba a la zona peligrosa, pero no sabía como atacar para conseguir el objetivo. La frustración se apoderó de los azulgranas y el partido se marchó al descanso con el 0-0.
Estaba claro que algo no le estaba gustando a Flick, que no tardó en hacer su primera modificación y metió a Olmo en el campo en lugar de Fermín. El Barça empezó de la misma manera que finalizó el primer tiempo, con la posesión y el dominio en su poder, pero sin concretar sus ocasiones.
De hecho, en uno de los que más se pudo apreciar que las cosas no estaba yendo bien fue en Lamine Yamal. Al extremo se le vio muy poco y le estaba costando encontrarse. Cierto es que estuvo siempre muy bien marcado y sin apenas espacios, pero no aportó ese brillo al que ya nos tenía acostumbrados. Además, si conseguía zafarse de algún rival, las entradas acabaron por frenarlo antes de que pisase el área contraria.
Sin embargo, poco a poco, esto fue cambiando. El Barcelona comenzó a jugar más por dentro, a encontrar la fluidez que hasta el momento no había tenido y a aprovecharse del juego entre lías. Todo ello, encabezado por un Dani Olmo que fue el toque de aceite necesario para engranar la maquinaria a la perfección.
Así, superada la hora de partido, Lamine dejó una de sus características y peligrosas jugadas por banda, se asoció con el '20' y este, tras recortar a Álex Suárez, amagar y acomodarse la pelota, soltó un zurdazo a la red para que el 0-1 subiese al marcador.
El Barcelona consiguió quitarse la presión y un peso de encima con este gol. Fue un conjunto azulgrana mucho más reconocible y, aprovechando el paso arriba de Las palmas en busca del empate, los de Flick se aprovecharon de los espacios atrás de su rival. Sin embargo, las finalizaciones de los visitantes siguieron sin llegar a buen puerto.
El partido entró en la recta final y Las Palmas siguió buscando el empate. Fue en una jugada sin apenas peligro y con multitud de rebotes y rechaces cuando pudo encontrar la solución.
Sandro metió el centro con el exterior, pero parece que su compañero estaba adelantado. Después, el propio Álex Suárez parece que controla con el brazo, aunque consigue disparar y es cuando pega en Eric García, aparentemente en la parte posterior de su brazo izquierdo.
Las Palmas reclamó penalti con insistencia y Cordero Vega acabó yendo al VAR a revisarlo. Sin embargo, el colegiado determinó que existió un fuera de juego previo de un jugador de Las Palmas que intervino en la jugada y todo lo que pasó después quedó anulado.
Fue en el tiempo añadido cuando el Barcelona encontró la sentencia. Raphinha se aprovechó de un mal despeje de la zaga de Las Palmas, filtró para Ferran, que levantó la cabeza dentro del área y se sacó un zurdazo para mandar el esférico al fondo de la red y el definitivo 0-2.
El partido llegó a su fin y el Barcelona sacó adelante una salida complicada, donde consiguió los tres puntos y recuperó el liderato de Primera. La otra cara de la moneda fue Las Palmas, que sumó una nueva jornada sin vencer y ya van 7, colocándose peligrosamente en el abismo al descenso a Segunda División con 23 puntos.